Los economistas del BBVA defienden que parte de la
indemnización por despido sea costeada por el propio trabajador, a través de
aportaciones regulares. Es lo que los expertos conocen como el modelo
austriaco.
Así, el BBVA Research defiende ahora un sistema
mixto en el que parte de la indemnización por finalización de contrato dependa
de la antigüedad del trabajador en la empresa y otra de una cuenta de ahorro
individual.
De esta forma, los nuevos contratos dispondrían de
una cuenta de ahorro personal, que vendría a ser una mochila o
fondo de capitalización para sufragar parte de la indemnización por despido y
que se iría nutriendo de aportaciones periódicas por un importe equivalente a 8
días de salario por año trabajado, lo que supone un tipo de cotización estable del
2,19% del salario bruto anual. El economista jefe de Economías Desarrolladas de
BBVA Research, Rafael Doménech ha afirmado que esta mochila aumentaría el porcentaje de indefinidos, mejoraría la productividad, los
salarios medios, el consumo privado, la inversión de las empresas y la
productividad.
Este modelo, según los
responsables del servicio de estudios del banco, sería obligatorio para los
nuevos contratos y voluntaria para los que ya trabajan. A la pregunta de quién
controlaría la mochila, Doménech se ha decantado porque sea la
Seguridad Social la que gestione el fondo de capitalización, al tiempo que ha
descartado que la propuesta suponga un abaratamiento del despido. En caso de
que el trabajador no sea despedido, podría recuperar la mochila en
su jubilación.
Según la propuesta del banco, las indemnizaciones
en caso de despido procedente serían de cero días si la antigüedad del
trabajador es de un año o menos; 4 días de salario por año trabajado, si la
antigüedad es de 2 años; de 8 días si es de 3 y de 12 si es de 4 años o más.
Pero si el trabajador recupera además el fondo que ha ido nutriendo, la
indemnización final por despido sería de 8 días si es despedido el primer año,
12 en el segundo, 16 en el tercero y 20, con cuatro añoso ó más. Cuando el
despido es improcedente, el coste sería de 4 días de salario por año trabajado
el primer día, aumentado en 3 días con cada año de antigüedad en la empresa
hasta un máximo de 25. Así, la indemnización total alcanzaría al menos los 33
días por año trabajado para los empleados con una antigüedad de 8 años o más.
Que le vamos a decir a estos señores. Podríamos
intentar estar de acuerdo con este modelo austriaco si los sueldos también lo
fuesen (austriacos), cosa que evidentemente, ni de lejos lo son.
Parece mentira la caradura que se gastan estas gentes, porque a este paso acabaremos indemnizando al empresario cuando nos despidan.
Parece mentira la caradura que se gastan estas gentes, porque a este paso acabaremos indemnizando al empresario cuando nos despidan.
Ese fondo lo tendrían que poner las empresas que son ls que, mientras la cosa ha ido bien, han conseguido notables beneficios, y el importe final de la idemnización por despido improcedente debiera llegar a los 45 días por año para todos, y a partir de la ead de 50 años, debiera ser de 55 días por año trabajador aumentando el máximo en un año más de totalización de la idemnización. A ver si aceptan esta propuesta, ¡ tíos listos!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. En paralelo, la izquierda (donde está), debería de hacer propuestas igual de agresivas que la patronal. Nosotros hace tiempo que planteamos retomar el hecho de que ante un despido improcedente (la mayor parte), no debería ser la empresa la que tuviera la opción de indemnizarte o readmitirte, sino que en todo caso, esta opcíon debiera corresponder al trabajador. Sería volver a lo que existí antes, y ¡ojo! uno de los gobiernos de Felipe González nos quitó.
ResponderEliminar