La
presidenta de la agencia encargada de los bancos en problemas de Europa ha
avisado a la Unión Europea (UE) que Banco Popular podría necesitar ser
liquidado si no encuentra un comprador, según han filtrado fuentes europeas a
la agencia Reuters. Popular cae a mínimos históricos por debajo de 0,6 euros.
Elke
Koenig, que dirige el Mecanismo de Resolución Bancaria (MUR), ha emitido
recientemente un "aviso temprano", según estas fuentes. Esta maniobra
subraya la creciente preocupación sobre el sexto mayor banco de España, aunque
no significa que la liquidación de Popular sea inevitable.
Popular,
que no ha sido capaz de deshacerse de 37.000 millones de activos tóxicos
inmobiliarios, está buscando comprador una vez que Luis de Guindos, ministro de
Economía, descartara un rescate público. De momento, la entidad ha extendido
hasta finales de junio la fecha para presentar ofertas, que en principio se
había situado en el día 10 de dicho mes.
Sin
embargo, si la fusión falla, Popular apenas tendría alternativas, y la
advertencia de Koenig ilustra la creciente preocupación sobre el grupo, cuyos
problemas, aunque aislados de un sector bancario español robusto, podría
provocar nervios en los inversores.
"Koenig
ha dicho que... el Mecanismo Único de Resolución (MUR) está vigilando la
operación (de Banco Popular) con gran atención y con la vista puesta en una
posible intervención", aseguraron las fuentes, que añadieron que el
intento de fusión "podría ser infructuoso". "Se están realizando
preparativos, aunque todavía no se han dado pasos concretos", mantuvo otra
fuente.
Si
Popular se quedara sin opciones y tuviera que ser cerrado, sería el primer caso
de Europa en el que se aplicarían las nuevas normas para imponer pérdidas en
los bonistas. Esto, a su vez, podría encarecer la financiación de otros bancos
españoles. El Banco Central Europeo (BCE) y el MUR no han querido hacer
declaraciones, mientras que Popular ha asegurado que están trabajando en diferentes
planes, incluyendo una fusión, una ampliación de capital y la venta de activos.
El
problema es que el supervisor europeo teme que estas opciones sean difíciles,
mientras que el BCE, que supervisa directamente la entidad y es el encargado de
activar el procedimiento de resolución de las entidades, también está vigilando
de cerca la situación, según otras fuentes. El propósito del MUR es
garantizar la resolución ordenada de los bancos en quiebra con un coste mínimo
para los contribuyentes y la economía real, tal y como explica en su página web.
Como
presidenta del MUR, Koenig puede impulsar la liquidación del banco, si bien podría
encontrarse con la oposición de España tal y como le ocurrió con Italia, que ha
tenido que lidiar con problemas similares y se ha resistido al cierre de una
gran entidad bancaria.
El
sistema europeo de resolución de bancos, creado tras la crisis financiera,
todavía no ha sido utilizado y Koenig, en la práctica, requeriría del apoyo del
BCE y la Comisión Europea, así como el respaldo tácito de los países de la
Eurozona. Fuentes europeas aseguran que los ministros de Finanzas no han
hablado de una posible liquidación de Popular.
El banco
todavía podría colocar acciones, aunque los accionistas podrían oponerse a
inyectar más dinero en una acción que se encuentra en mínimos históricos.
Santander y Bankia son los favoritos para salvar a la entidad y fuentes financieras
españolas aseguran que el proceso todavía está abierto.
Mientras,
Popular sigue luchando con la creciente morosidad en su balance y un colchón de
capital menor que otros bancos del sector. El presidente, Emilio Saracho, ha
dicho que probablemente necesite más después de anunciar pérdidas de 3.845 millones de euros el año pasado.
Si la situación se deteriora y las autoridades europeas demandan el cierre,
España podría verse obligada a imponer pérdidas en los bonistas. Ello podría
implicar unos mayores costes de financiación para el sector español así como
para el propio país.
Fuente: Reuters/elEconomista
Fuente: Reuters/elEconomista
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