Desde la llegada del PP al Gobierno en el año 2011, el
desequilibrio en las cuentas de la Seguridad Social ha ido aumentado
exponencialmente. El déficit en el año 2010 era de 65 millones, mientras que,
tras las medidas de recorte impuestas por el PP, centradas en la reforma
laboral de 2012 y la reforma de las pensiones en 2013, el déficit del sistema
ha sido de 17.982 millones de euros en 2013; 13.557 millones en 2014; y 16.514
millones de euros en 2015. Además, de 2007 a 2015 los cotizantes han descendido
en casi dos millones de personas.
Durante estos años de mandato, el Gobierno ha ido
lastrando y consumiendo el Fondo de Reserva, del que ha dispuesto de manera
creciente desde 2012, sin prever sus disposiciones ni dotar presupuestariamente
los fondos dispuestos, lo que producirá su agotamiento a finales de 2017.
En este marco de situación deficitaria del sistema de
Seguridad Social, el Ejecutivo plantea su reforma de las pensiones en 2013, con
el único objetivo de recortar y no sostener ni apostar por el futuro del
sistema de pensiones.
Para la Unión General de Trabajadores, hay tres medidas
fundamentales que posibilitarían acabar con el déficit que existe en la
Seguridad Social:
1) Acabar con las bonificaciones a la contratación de las
empresas con cargo a la Seguridad Social. Desde 2014, el Gobierno ha ido
aumentando el presupuesto destinado a estas bonificaciones en más de 400
millones de euros, y las reducciones en cotizaciones sociales en más de 200
millones de euros entre 2015 y 2016. Para este año, se destinan entre bonificaciones
y reducciones a las cotizaciones sociales más de 3.700 millones de euros que
suponen una transferencia de renta a las empresas desde la caja de la seguridad
social.
Los incentivos a la contratación no generan empleo, se
limitan a producir una reducción de los costes laborales de los contratos
bonificados y, como máximo, facilitan el desplazamiento o sustitución de unos
trabajadores por otros. Además, una vez que finalizan las ayudas, el empresario
opta, en muchos casos, por deshacerse del trabajador con contrato bonificado.
2) Financiar los gastos en materia de Seguridad
Social del Ministerio desde los Presupuestos Generales del Estado (PGE),
como el resto. Las cuentas de la Seguridad Social soportan todos los gastos
necesarios para el mantenimiento del personal y otros gastos e
inversiones en materia de la Seguridad Social del Ministerio, algo que
según UGT, se podría equiparar al resto de ministerios pues con la situación
actual deficitaria resulta totalmente irresponsable.
Para 2016, los gastos de personal ascienden a casi 2.500
millones de euros, a lo que hay que añadir los gastos de bienes y servicios,
casi 1.500 millones, y los correspondientes a inversiones reales, un total de
223.618 euros. Por todo ello, podemos concluir que el coste por mantenimiento
del propio ministerio es de 4.000 millones de euros, que soportan íntegramente
las cuentas de la Seguridad Social y que deberían financiarse a cargo de los
PGE.
3) Destopar las bases de cotización. Para UGT, es injusto
que anualmente el sistema de bases de cotización y pensión máxima establecidos
dejen millones sin cotizar. La base máxima de cotización este año es de 3.642
euros al mes, por lo que todo lo que se gane por encima de esa cantidad no
cotiza a la Seguridad Social. Con ello, cada año se registran más de 26.000
millones de euros de bases salariales sin cotizar que, según estimaciones del
sindicato, supondrían un aporte al sistema de 7.735 millones de euros
adicionales.
Con estas tres medidas, la Seguridad Social habría
ingresado este año 15.500 millones de euros más, cifra próxima al déficit del
sistema en el último año. A esto hay que añadir que la tasa de cobertura por
desempleo ha ido descendiendo también año a año, hasta el 55,8% actual. Si se
hubiera mantenido en el 78,4% del año 2010, habría 2.969 millones de euros más
en concepto de cotizaciones sociales derivadas del desempleo, que junto a los
15.500 millones de euros supondrían acabar con el déficit de la Seguridad
Social, que el sistema tuviera superávit y que no hiciera falta recurrir al
Fondo de Reserva.
Por ello, UGT urge a asumir de manera urgente estas
propuestas así como a abordar en el seno del Pacto de Toledo un sistema de
financiación de todas las pensiones sostenible y de futuro, que aumente los
ingresos de la Seguridad Social a través de la financiación con impuestos, tal
y como planteamos desde UGT. Nuestro objetivo es restablecer el equilibrio del
sistema y así tener una Seguridad Social sin déficit.
Propuestas que buscan hacer sostenible y fortalecer el sistema de pensiones, con el fin de que los pensionistas de hoy y los del futuro tengan asegurado su bienestar y un nivel de vida aceptable.
Propuestas que buscan hacer sostenible y fortalecer el sistema de pensiones, con el fin de que los pensionistas de hoy y los del futuro tengan asegurado su bienestar y un nivel de vida aceptable.
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