Ya ha comenzado en muchas comunidades autónomas la campaña de vacunación
contra la gripe ante el inicio de la circulación del virus, cuyo contagio se
produce en el entorno laboral en uno de cada tres casos, especialmente en
oficinas y ambientes cerrados, según datos del Área de Medicina del Trabajo de
Premap.
El ámbito laboral también es uno de los más perjudicados por el inicio de
la temporada gripal ya que se estima que hasta el 18 por ciento de las bajas
laborales en España son consecuencia de la gripe, según datos de la Asociación
Española de Medicina del Trabajo lo que conlleva una pérdida de 60 millones de
horas de trabajo, lo que supone un coste anual de unos 1.275 millones de euros
cada año.
De igual modo, la incidencia de la enfermedad puede ser especialmente grave
en las pequeñas empresas y autónomos, ya que si se produce el efecto contagio
entre los empleados las bajas pueden afectar seriamente a la actividad.
Para prevenir la enfermedad y sus complicaciones, en caso de no poder
evitar el contagio, la medida más eficaz es la vacunación, que tiene una
especial rentabilidad entre la población trabajadora. Así, se calcula que reduce
en un 44 por ciento las visitas al médico y hasta en un 70 por ciento el
absentismo laboral y su correspondiente pérdida en la productividad, de ahí la
importancia de las campañas de vacunación.
Pese a todo, los datos de 2015 de Premap Seguridad y Salud muestran como
esta entidad sólo administró la vacuna de la gripe a solo un 0,5 por ciento del
colectivo de más de 2 millones de trabajadores cuya vigilancia de la salud
realiza la empresa. En total, fueron 12.000 las dosis que le fueron solicitadas
a la compañía por sus empresas clientes.
Junto a los mayores hay determinados entornos laborales en los que sería
deseable esta forma de prevención de la gripe, como profesionales sanitarios,
personal de enseñanza y de instituciones geriátricas, miembros de las fuerzas
de seguridad o conductores, además de las personas con determinadas situaciones
personales (embarazadas o los mayores de 60 años) o patologías crónicas
(diabetes, enfermedad renal, pulmonar, etcétera).
También es conveniente lavarse las manos con frecuencia y beber abundante líquido y no exponerse a cambios bruscos de temperatura (calefacción interior/frio exterior). Y si uno cree estar incubando el virus, mejor no seguir acudiendo al trabajo para evitar contagiar a otros compañeros.
También es conveniente lavarse las manos con frecuencia y beber abundante líquido y no exponerse a cambios bruscos de temperatura (calefacción interior/frio exterior). Y si uno cree estar incubando el virus, mejor no seguir acudiendo al trabajo para evitar contagiar a otros compañeros.
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