viernes, 15 de julio de 2016

Los bancos centrales urgen a la banca a cerrar oficinas y recortar costes

Desde la última gran crisis financiera, los bancos han fortalecido sus balances en gran medida. Aún tienen camino que recorrer para alcanzar las metas fijadas por los reguladores, pero el capital ha dejado de ser el principal problema a resolver. Eso sí, hace falta tomar medidas para que los esfuerzos acometidos no sean en balde.
La clave para preservar la resistencia del sector financiero es asegurar su rentabilidad en el difícil contexto de tipos de interés en mínimos históricos y débil crecimiento, advierte el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés). En su último informe anual, se suma a las voces que aconsejan a las entidades cerrar oficinas y eliminar empleos para garantizar el retorno sobre su capital y atraer inversores.
Mantener la rentabilidad requerirá que los bancos identifiquen su exceso de capacidad y recorten costes, mientras buscan ganancias de eficiencia en la innovación tecnológica, dice la organización con sede en Basilea integrada por 56 bancos centrales, entre los que figuran el BCE, la Fed, el Bundesbank y el Banco de España.
Aunque la institución que encabeza Jaime Caruana no concreta en qué países hace más falta reducir la estructura comercial de la banca, subraya que la densidad de oficinas por habitantes es indicador de exceso de capacidad instalada. Y España figura a la cabeza de esa métrica.
España lidera el ránking desde que arrancó la crisis financiera internacional en 2008, aunque desde entonces sus bancos también han acometido el mayor adelgazamiento de sucursales del conjunto de países analizado.
En seis años, la banca española ha pasado de contar con un centenar de oficinas por cada 100.000 habitantes mayores de edad a contar con 70 sucursales, lo que significa una reducción del 30%, muy superior al recorte llevado a cabo por la italiana, que ha pasado en este periodo de 65 a 60.
Aunque este indicador [de densidad de oficinas] ha caído de forma generalizada tras la crisis financiera, sigue siendo alto para diversos países europeos según los estándares internacionales subraya el BIS, que de esta manera deja entrever la necesidad de una nueva purga generalizada de oficinas y empleos en España.
Santander abrió la veda a finales de marzo con el anuncio de un plan de recortes que se ha concretado en 450 oficinas y 1.380 puestos de trabajo, y a continuación se dio a conocer el plan de Unicaja de eliminar 975 sucursales y 52 empleos. CaixaBank informó a analistas de su intención de reducir entre 260 y 310 oficinas este año, mientras que BMN clausurará unas 60 a lo largo de este ejercicio. Todo apunta a que habrá nuevos anuncios a la vuelta del verano.

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