Desde UGT vemos indispensable y urgente establecer una vía de financiación
de las pensiones con cargo al sistema impositivo, que debería ser estudiada y
aplicada a través del Pacto de Toledo, ya que el empleo por sí solo no podrá
equilibrar la situación.
El Gobierno ya está financiando con impuestos más de 13.000 millones de
euros del agujero que ha creado en la Seguridad Social y advierte el empleo por
sí solo, y menos en las condiciones de fragilidad y precariedad del actual
mercado laboral, no va a equilibrar la situación.
Necesitamos atajar las causas que han provocado la caída de los ingresos
por cotizaciones, derogando la reforma laboral y las medidas de devaluación
salarial, suprimiendo las reducciones de las cotizaciones sociales y ampliando
la cobertura por desempleo.
Ante las elecciones del próximo 26 de junio, desde UGT llamamos a los ciudadanos
a tener en cuenta la voluntad real de las fuerzas políticas para colocar en
primer lugar las pensiones.
Lo primero, lo más importante y lo prioritario es defender las pensiones
públicas, las presentes y las futuras. No cabe, ni está justificado de ningún
modo, por lo tanto, recorte alguno de las pensiones.
El saldo negativo del Sistema de la Seguridad Social ha crecido más del 20%
en 2015, alcanzando la cifra de 16.707,7 millones de euros. La gravedad de la
situación ha sido parcialmente ocultada por el ingreso de 2.888 millones de
euros procedentes de una transferencia de capital realizada por las Mutuas, que
ha supuesto más del 60% del incremento total de los ingresos no financieros del
sistema. La Seguridad Social (sin contar con el Servicio Público de Empleo
Estatal y el Fogasa) ha entrado en una situación de descuadre importante y
rápidamente creciente entre los ingresos por cotizaciones y los gastos por
prestaciones. Tal saldo negativo ha alcanzado en 2015 el 1,7% del PIB, frente
al 1,4% en 2014, "muy por encima" de las cifras que el Gobierno había
estimado y presentado ante la Comisión Europea en el Programa de Estabilidad.
Asimismo, la Seguridad Social mantuvo el equilibrio hasta casi el ejercicio de
2011 y a partir de ese momento, el desequilibrio ha crecido de forma claramente
acelerada. De no corregirse, las tendencias actuales muestran que el
desequilibrio podría aproximarse en tres ejercicios al 4% del PIB". Por
otro lado, no es cierto que los problemas provengan solo de la pérdida de
empleos ocurrida antes de 2012, como ha afirmado esta semana el presidente del
Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fue a partir de 2012 cuando se produjo el
verdadero hundimiento de los ingresos no financieros del sistema, que ha
continuado empeorando en los ejercicios siguientes, abriendo cada vez más la
brecha entre ingresos y gastos. A la crisis y la pérdida de afiliados a la
Seguridad Social, añade UGT, se le unen otros factores, como son las políticas
de austeridad que impidieron la superación de la primera recesión en 2010, la
reforma laboral que en 2012 aceleró los despidos, hundiendo el empleo, y la
política de devaluación salarial y de expansión del empleo a tiempo parcial y
de bajos salarios derivadas de esa reforma, y la utilización de la Seguridad
Social para reducir las cotizaciones en programas inútiles de fomento a la
contratación. En 2015, los ingresos por cotizaciones procedentes de los
ocupados crecieron un 2,6%, frente a una caída superior al 14% en las
procedentes de los beneficiarios de las prestaciones por desempleo, una
evolución que se registra de forma continuada desde 2012.
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