El presidente de CEOE asegura que en el futuro el trabajo habrá que "ganárselo todos los días", y ha pedido un mayor impulso de la digitalización. Rosell dijo la semana pasada que es "absolutamente necesario" hacer reformas "de las que duelen, pero de las que curan" como la "mercromina".
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| ¿Hay que renunciar a nuestros derechos? |
El presidente de CEOE, Juan Rosell, afirmó ayer lunes que el trabajo
"fijo y seguro" es "un concepto del siglo XIX", ya que en
el futuro habrá que "ganárselo todos los días", y ha pedido un mayor
impulso de la digitalización en Europa y en España, especialmente en educación,
porque "corre peligro de perder el tren de la revolución digital".
Así lo ha señalado Rosell durante su intervención en la presentación de un
estudio sobre la transformación digital realizado por Siemens y la consultora
Roland Berger, en la que ha considerado que la digitalización será fundamental
para el trabajo porque la transformación digital "lo cambia todo, en el
mundo de los negocios y en el día a día de las casas". "La
digitalización transforma los negocios y rebaja los costes, incrementa la
competitividad", ha apostillado Rosell, quien ha advertido de que el
sector público en este campo "va detrás" al contar con unas
estructuras "demasiado rígidas, antiguas y mastodónticas".
"Desgraciadamente no lo están haciendo con rapidez y diligencia que
deberían hacer", ha lamentado. El presidente de CEOE dijo la semana pasada
que para reducir el déficit es "absolutamente necesario" que se
lleven a cabo reformas "de las que duelen, pero de las que curan".
Para ilustrar esta idea, Reosell explicó que esos ajustes deben ser "como
la mercromina" que las madres aplican a sus hijos cuando se caen.
Habría que recordarle a este indocumentado que, no necesariamente los conceptos que
nacen en un siglo han de extinguirse con
él. Tenemos claros ejemplos en el mundo del arte y la cultura, que lo que
realmente suponen es un legado de nuestros antecesores y que gracias a ellos enriquecemos
nuestras vidas y espíritus. Otro tanto sucede con la ciencia, las religiones, las
matemáticas, la filosofía, la aritmética… y no pararíamos de ofrecer ejemplos.
También destacaríamos que si algo caracterizó al siglo XIX eran las largas
jornadas laborales, sin límites horarios, la
inseguridad y precariedad en el trabajo … El concepto de trabajo fijo y
seguro surge en el siglo XX, y toma forma en el marco del gran pacto social que
acaece con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial y que originó el mayor período
de prosperidad y bonanza de Occidente en toda su historia.
En esa época también toman fuerza temas como los derechos humanos, el
pacifismo, la profundización de la democracia, la igualdad entre razas, etc… y
no por surgir en el siglo XX tenemos que pedir su abolición.
Y por último, con eso de ganárselo todos los días, si que retrocedemos,
incluso al paleolítico, cuando el ser humano tenía que salir a ganarse la vida
cada día en una lucha sin tregua ni cuartel, contra sus semejantes y animales.
Parece mentira que al frente de los empresarios hay tal personaje
impresentable. Nos viene a la cabeza una frase similar dicha por su antecesor,
Gerardo Díaz Ferrán, condenado por vaciamiento patrimonial del Grupo Marsans y
que, afortunadamente para todos, pasa sus días en la “sombra”.
Que se pensará este elemento que hacen los trabajadores en este país cada día, sino ganarse el sustento día a día. Aquí ningún empresario ni empresa regala nada.
¿De verdad que ante personajes como estos, alguien tiene duda de que es
imperioso derogar las dos reformas laborales? Todo lo que no sea hacerlo, es
darles cartas marcadas a estos impresentables para que jueguen con nuestro
futuro y el de nuestras familias.
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