La Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA)
ha ganado el pulso que mantenía con el Banco Santander. La organización
ecologista presentó en mayo de 2014 una denuncia ante la Consejería
de Medio Ambiente contra la contaminación lumínica que produce el rótulo
luminoso ubicado en la torre del Centro de Proceso de Datos (CPD) de la
entidad financiera en el municipio de Medio de Cudeyo, una batalla legal
que ha terminado por apagar definitivamente el búnker del banco.
El cartel con el logotipo oficial de la empresa está situado a 65
metros de altura y era visible desde el otro lado de la Bahía de Santander, a
más de 10 kilómetros de distancia en línea recta. Desde la inauguración del CPD
en diciembre de 2011, las críticas a esta torre de comunicaciones -en cuya
parte superior está instalado un anuncio luminoso que rodea el perímetro de la
torre y que ilumina con un radio de 360 grados- han sido continuas.
Según ARCA, el cartel tiene una luminancia máxima muy superior a la
permitida en la Ley de Cantabria de Prevención de la Contaminación Lumínica, y
sus efectos, así como la intensidad luminosa del anuncio, pueden
suponer un peligro de deslumbramiento y perturbación para los vehículos que
circulan en ambos sentidos por la Autovía A-8, especialmente a la altura de las
salidas hacia la localidad de Solares.
A las quejas de ARCA y de varios vecinos de la zona se sumaron también las
protestas formales de la Dirección General de Tráfico (DGT), que coincidía en
el diagnóstico, y de los responsables del aeropuerto de Santander, en el
entorno cercano, después de que algunos pilotos lo señalaran como un foco
de distracción en la maniobra de acercamiento para tomar tierra.
Además, los ecologistas denunciaron ante la Administración autonómica que
el horario en el que el anuncio luminoso permanecía encendido, más allá de la
medianoche, no se sujetaba a lo establecido por la mencionada Ley de Cantabria,
un escollo que el propio Ayuntamiento de Medio Cudeyo intentó salvar con
una decisión de urgencia que permitía ampliar ese horario hasta la una y media
de la madrugada.
En virtud a ese acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Consistorio y de
un estudio encargado por el propio Banco Santander, la Consejería de Medio
Ambiente archivó en un primer momento la denuncia de ARCA. Para los ecologistas,
esa decisión demostró la falta de voluntad política de los anteriores
responsables para hacer cumplir la Ley de Prevención de Contaminación Lumínica.
Algo que ahora, sin embargo, sí va a ocurrir.
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