sábado, 12 de diciembre de 2015

El gobernador del Banco de España, sigue instando a cierre de oficinas y a fusiones bancarias

La receta del Banco de España para el sector financiero nacional sigue teniendo los mismos ingredientes que durante la crisis: recortes de plantilla, cierres de oficinas y nuevas operaciones de fusión. Así lo afirma Luis María Linde, abundando en la tesis que hace tiempo vienen apuntando su número dos, Fernando Restoy, y también analistas internacionales. En un entorno de bajos tipos de interés y escasa rentabilidad del negocio tradicional, la banca española dispone de alternativas para ajustar su estrategia y aumentar su rentabilidad. La primer alternativa que citó fue el propio ajuste de red: El sistema bancario español mantiene todavía una densidad de oficinas superior a la media europea, por lo que este proceso puede tener aún cierto recorrido. Desde que arrancó la crisis bancaria, en el 2009, España ha reducido su número de sucursales en casi un 30 %: de 44.500 a 31.600 locales en apenas seis años. Y esto, claro, también se ha traducido en una reducción drástica de personal que, a juicio del supervisor, tampoco parece suficiente: en seis años se han perdido 60.000 empleos, un 22 % del total.
Linde también hace mención a un segundo factor para mejorar el negocio: una mayor apuesta por la innovación tecnológica y la adaptación digital. Es algo en los que se están volcando prácticamente todas las entidades, más allá del desarrollo de sus propias plataformas por Internet.
Y como tercer pilar, Linde señala las tan repetidas fusiones en el sector, movimientos de los que se lleva meses hablando incluso en términos paneuropeos. Es evidente que la vía de la consolidación -dice el gobernador- no puede darse por cerrada o agotada, no solo en España, sino en el conjunto del área del Mecanismo Único de Supervisión.

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