La patronal de las antiguas cajas de ahorros (Acarl) ya ha puesto una fecha
límite a los sindicatos para alcanzar un acuerdo sobre el nuevo convenio
colectivo: la reunión del próximo 19 de noviembre. Según entiende, el día 20
finaliza el período de ultraactividad, por lo que el sector podría quedarse sin
convenio.
Como no podía ser de otra forma, desde UGT hemos
exigido que desistan de esta pretensión y se encauce esta negociación bajo los
principios de buena fe.
Antes de la reforma laboral aplicada por el Gobierno de Mariano Rajoy en
2012, un convenio colectivo no se derogaba hasta que había un nuevo convenio
que supliera al anterior. Sin embargo, la legislación actual, fija que pasado
un año desde la finalización de la vigencia del convenio, éste queda derogado.
Aunque una sentencia del Tribunal Supremo de el año pasado, estableció que no
pueden recortarse los derechos de los trabajadores reconocidos por el antiguo
convenio, sí se abriría la puerta a una modificación si concurren circunstancias
económicas, técnicas, organizativas o productivas.
Sindicatos y patronal llevan un año negociando sin que hasta el momento se
haya producido el más mínimo avance.
En este aspecto, UGT recuerda que antes las entidades han de dar respuesta
y solución a las continuas prolongaciones de jornada que se realizan en el
sector. De hecho, en esta última reunión el sindicato hizo entrega a la Mesa de
los resultados de la Encuesta del Sector Financiero efectuada en 2014, en el
que se afirma que las horas prolongadas y no declaradas en el sector tendrían
una equivalencia de 25.249 puestos de trabajo.
Igualmente, hemos vuelto a reclamar respuesta a nuestra plataforma, asunto
al que la Patronal le tiene especial aversión, llegando a afirmar que algunas
de nuestras peticiones rozan el espanto, como por ejemplo, la revisión salarial.
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