
La empresa manifestó que espera resolver sus
desajustes territoriales: es decir, pretende
negociar medidas que afecten sólo a donde, según sus criterios, sobran trabajadores. Tasan este excedente en 750.
Justo cuando se vislumbra un repunte de la
actividad financiera, y empiezan ya a consolidarse beneficios más que
aceptables en todo el sector financiero, plantear una modificación sustancial de condiciones de trabajo no
parece el mejor medio de conseguir una plantilla comprometida con su empresa.
Lo que tocaría ahora es consolidar y mejorar las condiciones laborales, no sólo las
económicas.
Para negociar y encontrar la mejor solución a
estos problemas, la empresa no necesita ampararse en lo más duro de la Reforma Laboral; le basta con tener voluntad de llegar a
acuerdos satisfactorios, y voluntad de cumplirlos.
Sin embargo el escenario de partida que
a tomado CaixaBank es sombrío: una negociación que de no acabar en acuerdo
puede terminar en la aplicación de medidas unilaterales.
Desde UGT siempre rechazaremos las medidas traumáticas en la solución de los conflictos y sólo aceptaremos medidas voluntarias.
Desde UGT siempre rechazaremos las medidas traumáticas en la solución de los conflictos y sólo aceptaremos medidas voluntarias.
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