La familia Botín, tras el fallecimiento repentino
del banquero Emilio Botín en septiembre y el posterior reparto de su herencia,
controla un 0,5% del Banco Santander, cuyo valor de mercado actual supera los
475 millones de euros.
Eso sin contar los seis millones de acciones que
recibió la viuda de Botín, Paloma O'Shea, tras la muerte de su marido y los
602.532 títulos, que actualmente equivalen a unos 3,9 millones, que formaban
parte del legado y no se incluyen en el acuerdo de la familia.
Actualmente, según la información remitida a la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la actual presidenta del
Santander, Ana Patricia Botín, posee 8,21 millones de acciones.
Si bien, en el acuerdo de sindicación, los
principales accionistas siguen siendo sus hermanos Emilio, con 16,87 millones
de acciones, Francisco Javier, con 16,29 millones, y Carmen, con 8,64 millones
de títulos.
Con una participación sindicada inferior a la de
Ana Patricia Botín figura su hermana Paloma, con 7,84 millones de acciones.
Además, mediante las sociedades Cronje y Nueva
Azil, la familia Botín controla otros 14,91 millones de acciones del Banco
Santander, a los que hay que sumar otro medio millón de títulos de la Fundación
Botín, a través de Latimer Inversiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario