La empresa nos ha anunciado el reparto de 7.591 smartphones para la red comercial y servicios centrales, lo que supone aproximadamente dotar de estos aparatos a un tercio de la plantilla. en España.
A nadie se le escapa la ventaja que supone su uso para la empresa, en cuanto a la inmediatez en respuestas, conectividad, comunicación, imagen... En definitiva, redunda en una mayor productividad.
Así mismo para el empleado, también supone una mayor oferta de herramientas que facilite su labor, así como lo que debiera ser una mayor flexibilidad en su trabajo.
Se calcula que alrededor de un 50% de las empresas españolas facilitan dispositivos móviles a su empleados y de éstos, aproximadamente la mitad optan por tablets o smartphones.
Su uso nos parece correcto y acertado, pero solo si se utilizan dentro de la jornada de trabajo o si su uso, realmente permite una auténtica flexibilización del horario de trabajo. Si no se da esta situación, lo que debe de hacer el empleado es desconectar el dispositivo y dedicar su tiempo a él y a su familia. Si no la hace así, la incorporación de esta tecnología a su vida, lo que puede suponer es un mayor estrés y problemas familiares.
La total accesibilidad a los empleados y a su capacidad de encontrarse disponibles fuera de su jornada laboral, si bien su debate es novedoso en nuestro país, no lo es en otros. Por ejemplo en Francia, donde ya se ha debatido el tema a fondo.
En abril del 2014, hará un año ahora, los dos principales sindicatos, juntamente con las patronales de los sectores de asesoría técnica, ingeniería, servicios informáticos, recursos humanos, consultoría y estudios de mercado, alcanzaron un acuerdo por el que se estableció la posibilidad de limitar las respuestas a las llamadas y correos electrónicos fuera de la jornada de oficina, al suponer una intromisión en la vida particular de los trabajadores.
El documento que subscribieron, se anexó la ley de 1999 que garantiza un máximo de 35 horas semanales. Dicho documento recoge la obligatoriedad de desconectar los terminales de comunicación a distancia desde las 18h hasta las 9h de la mañana siguiente. Todo ello con el fin de posibilitar el respeto de las horas de descanso establecidas por las normativas nacionales y europeas.
La toma de conciencia no afecta solamente a Francia, Wolkswagen, ya en el 2011, adoptó la decisión de apagar sus servidores informáticos entre las 18h15' y las 7h de la mañana siguiente. Al poco tiempo, Deutsche Telekom adoptó una medida similar.
Como todo esto no ha hecho nada más que empezar, desde UGT, vamos a estar atentos al impacto que la implantación de esta tecnología pueda suponer en la vida y salud de los trabajadores.
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