Banco Santander medita el cese de Rodrigo Rato de
su consejo asesor internacional. Se está analizando desde hace varios días si
la presencia del expresidente de Bankia es perjudicial para su imagen y la
reputación de la entidad, después del escándalo de las tarjetas opacas de Caja
Madrid.
El banco cántabro fichó al exministro en
septiembre de 2013 para "colaborar con el Santander en el diseño,
desarrollo y, en su caso, puesta en marcha de la estrategia de negocio a nivel
global, mediante la aportación de ideas y la sugerencia de oportunidades de
negocio". Decidió incorporarlo al cargo que había ocupado ya entre
mediados de 2008 y finales de 2010 a pesar de que ya estaba imputado por el
caso Bankia.
El Santander es consciente de que la presión
social es cada vez mayor con la corrupción y que la situación actual, tanto de
Rato como la del resto de los 86 consejeros de Caja Madrid, es casi insostenible.
Antes de adoptar una decisión definitiva, eso sí, el banco espera que sea el
propio exministro de Economía el que dé el paso y renuncie al puesto.
Rato utilizó con las tarjetas B más de 44.200
euros, dinero que devolvió este verano, ante el reclamo de la entidad tras
realizar la auditoría interna que destapó el sistema de retribución oculta en
el grupo, al menos, desde 2003.
Rato ya dejó en agosto el consejo de
Servihabitat, la plataforma inmobiliaria de La Caixa que gestiona TPG, tras la
compra del 51% de su capital. El fondo americano aclaró ayer que el que fuera
presidente de Bankia dimitió por cuestiones personales el día 4 de agosto y no
se comunicó entonces porque el consejo de administración se ha cambiado en
bloque.
Emilio Botín se habrá llevado a la tumba el
motivo de incorporar a este “experto de las finanzas” que todo lo que toca lo
enmierda.
Esperemos que el banco se quite de encima esta
auténtica mancha negra, muy negra.
Perdonar, pero lo de la cúpula del Banco de Santander no tiene nombre.
ResponderEliminar