Un tribunal de trabajo de Brasilia, condenó el pasado mes de enero al Banco Santander a pagar una indemnización de 10 millones de reales
(alrededor de 3,3 millones de euros) por daño moral colectivo a sus empleados
al denunciarse un control irregular de la jornada de trabajo al no cumplir el
banco el obligatorio intervalo de los trabajadores de la empresa.
La decisión prohíbe al Banco Santander
prorrogar la jornada a los miles de empleados que trabajan para la entidad en
Brasil, tal como se recoge en la Consolidação das Leis do Trabalho (CLT) por lo
que deberá cumplir de manera adecuada el intervalo entre las jornadas de
trabajo.
El valor de la indemnización tiene que ser
entregado al Fondo de Amparo del Trabajador (FAT). Según la Fiscalía del
Distrito Federal el Banco Santander modificó los horarios de entrada, salida y
descanso de los empleados durante la jornada laboral. Para el Ministerio
Público en la arbitraria medida existió “fraude en el punto electrónico del
banco”.
La juez considera que fue constatado que
las medidas adoptadas por el Banco Santander no fueron las adecuadas en los
“controles de punto adoptados para el registro de los horarios de los
empleados, sea por la modificación ilícita de los datos allí registrados o por
la coacción a los trabajadores en el modo de impedir que efectuasen los
registros de acuerdo con la jornada efectiva trabajada”.
En el caso que el banco incumpla la
decisión judicial deberá pagar 10 millones de reales por empleado en situación
irregular. La decisión puede ser recurrida por el banco.
Ya vemos que los desmanes, malas formas e irregularidades laborales no tienen fronteras en nuestro banco.
Ya vemos que los desmanes, malas formas e irregularidades laborales no tienen fronteras en nuestro banco.
Como a veces no se puede ver el vídeo desde algunas tablets, dejamos un enlace al vídeo:
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