viernes, 10 de enero de 2014

Una Federación de Empresarios denuncia las colas que origina la falta de personal en Banco Santander

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"La Federación de Empresarios y Comerciantes (Febam) do Baixo Miño, que preside Carmen María García Braga, denuncia las colas y perjuicios que origina a empresarios y comerciantes la escasez de personal, con solo tres empleados que atienden la sucursal del Banco de Santander de A Guarda, desde la absorción de Banesto, y pide una solución a este problema.
Precisa la presidenta que las oficinas de ambas entidades tenían desde siempre numerosos clientes en localidad. La de Banesto contó durante el año 2013 con tres trabajadores y la del Banco Santander con cinco. Los empleados no tienen sustitutos en vacaciones, informa Febam.
Hubo merma de personal, por lo que la sucursal guardesa del Santander, con el mismo número de trabajadores que tenía hace dos años, está atendiendo a los clientes de ambas entidades, con las repercusiones que ello supone para los usuarios.
Pérdida de tiempo:

Febam no comprende cómo cada día, a las 8.30 horas, dentro del horario de atención al público, solo esté disponible el personal de caja, mientras que el resto "está reunido en vídeo-conferencia, por lo que las gestiones no se pueden realizar hasta finalizada la citada reunión", afirma García Braga. Añade que a las 9 de la mañana la sucursal ya empieza a estar masificada con colas de espera de una hora para los gestores de clientes y de empresa, además de otra hora para caja, lo que supone una pérdida de hora y media para cualquier empresario."

Hasta aquí la noticia aparecida en el diario El Faro de Vigo de fecha 5 de enero de 2014.
Desgraciadamente tenemos que decir que, no es una excepción el caso que expone este diario. No, es algo normal y corriente hoy en las oficinas de todo el estado. Tras la integración de oficinas de Banesto en Santander se ha multiplicado el trabajo de forma dispar, pero siempre en abundancia. En las distintas oficinas que han recepcionado a la clientela de Banesto, se ha pasado a tener mucha faena los días que habitualmente eran tranquilos y los días que antes eran de bastante trabajo, han pasado a ser sencillamente abrumadores.
Todo esto se ha acentuado al no incorporar plantilla en la misma proporción al nuevo trabajo que se ha asumido. En muchos de los casos se ha incrementado una sola persona y en bastante ni una sola. Cantidad ridícula para afrontar el incremento de trabajo, con  nueva operativa (juzgados, cuentas virtuales, Sico Banesto, etc..), además de la inexplicable plataforma informática que nos han dejado.
Todo junto, a lo que inevitablemente nos lleva es a lo que denuncia la Febam: colas importantes. 
A todo esto, hay que reseñar algo que destaca la Febam, y es la costumbre de hacer diariamente reuniones, siempre a primera hora y alargándose más de lo necesario, como si de un día para otro se fuera a descubrir la pócima milagrosa de hacer negocio, producto de algún profundo sueño la noche anterior. Esta práctica, favorecida desde la Dirección Comercial del banco, puede parecer un desprecio a la clientela si se realiza una vez se han abierto las puertas de la oficina. Cuando alguna persona entra al patio de operaciones y ve solo a un empleado, siempre el de la ventanilla, ya de entrada tiene la descorazonadora impresión de que su presencia inoportuna algo, que no tiene que ver con sus intereses como cliente.

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