martes, 16 de abril de 2013

"En España se dan las circunstancias para que haya una implosión social"


Por su interés, publicamos un extracto de la entrevista realizada por la revista Banca 15, en su número 394, a nuestro secretario general de la Federación Estatal de Servicios de UGT, el compañero José Miguel Villa, que además es empleado de nuestra empresa.

El número uno de la FES-UGT, José Miguel Villa, considera que la población está sufriendo un trago demasiado amargo por crisis y que, por ello, puede haber una implosión.
¿Cuál es la situación del sector financiero y de sus trabajadores?
Ha habido acuerdos en entidades y se ha reducido el espacio por las fusiones, pero no ha cambiado demasiado la situación ya que las perspectivas siguen siendo complejas. En cuanto a los trabajadores, los que se quedan están bastante preocupados porque, en términos generales, el sector no tiene el empleo garantizado y ha entrado un factor muy importante en juego: la presión que tienen encima los empleados. Es una presión que no les corresponde porque no tienen ninguna responsabilidad ni en los desahucios ni en las crisis de los bancos ni en el fiasco de las preferentes. 
Ha habido malas prácticas de empleados de banca a la hora de vender las preferentes…
Malas prácticas en este sector, como en todos, las ha habido siempre y tienen vía de resolución pero aquí el problema es de un producto que tenía el visto bueno del Ministerio de Economía, de la CNMV, del Banco de España (BdE) y que ha sido un fiasco que se está solventando fatal puesto que los gobiernos se han preocupado de las entidades y no de solventar el fiasco existente.
Los millonarios no compraron este producto y los afectados son en un 99% ahorradores que confiaron en su entidad de toda la vida. El Estado debía haber dado solución ya que dieron 200.000 millones para salvar a la banca, que se ha ido quedando lo que fueron las cajas.
Lo de Chipre asusta desde el punto de vista de la confianza de los clientes...
Es un atraco a mano armada dado que, para solventar la crisis, son los ahorradores los que sufren la carga.
En Chipre, el argumento del blanqueo de capitales de los rusos es una excusa porque la ley europea garantiza depósitos por debajo de 100.000 euros. 
En Chipre, como en muchos sitios, hay blanqueo de dinero; en España no lo sé, pero sí hay una gran fuga de capitales y un Gobierno que hace leyes para legalizar  el fraude. 
Es un nuevo juego de ruleta rusa y en España los bancos están abiertos y la gente puede pensar en sacar el dinero. La respuesta de todos los gobiernos europeos es intolerable y debían haberla rechazado. Cualquier día alguien secuestra ese dinero y me cobra, como en Chipre. Europa se está suicidando.
¿Echa de menos que alguien representativo del sector financiero saliera a lanzar un mensaje de tranquilidad?
Sí. Los presidentes de las grandes entidades, de Santander, BBVA, La Caixa, que opinan de muchas cosas, podrían haber opinado que lo que ha sucedido en Chipre pone en riesgo el sistema financiero español, e incluso el Banco de España, que podría haber salido a señalar que el Gobierno debe decir no a estas cosas. Este tipo de golpes puede dejar al sector en la ruina. 
Pese a todo, la población aguanta lo que no está en los escritos, ya que lo normal es que en España, Portugal e Italia, el lunes siguiente a lo que pasó en Chipre, la gente hubiera ido a los bancos a sacar su dinero.
¿A nivel español, se está creando caldo de cultivo para una implosión social?
Se lleva tiempo creando. Cada paso que se da apunta a ese camino. Es un asunto peligroso porque hay razones para que la gente se rebele y esto, combinado con el deterioro de las instituciones, de la política, es profundamente peligroso porque en este caldo de cultivo sólo se mueve bien un tipo de gente, la que que dice que los partidos políticos deben desaparecer.

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