El ministro
de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, considera que el rescate financiero
articulado para Chipre, que obliga a contribuir a accionistas, acreedores y
grandes depositantes, debe servir como
modelo para casos futuros. En una entrevista difundida este sábado por el
semanario económico alemán 'Wirtschaftswoche', Schäuble asegura que "la
participación de accionistas, tenedores de bonos subordinados y después de
depositantes no asegurados debe ser la norma cuando un instituto financiero cae
en una situación difícil". Si no, argumenta el ministro alemán, "los
bancos lograrían grandes beneficios con negocios arriesgados, pero en el caso
de una quiebra, las pérdidas se cargarían sobre toda la sociedad".
"Eso no puede ser", apostilla Schäuble, que está
considerado como uno de los artífices, junto con el Fondo Monetario
Internacional (FMI), del formato del rescate chipriota, el primero de la
eurozona en el que se obliga a contribuir a los depositantes con más de 100.000
euros en sus cuentas. Unas declaraciones similares del jefe del Eurogrupo, el
holandés Jeroen Dijsselbloem, desataron una fuerte polémica mediática y
turbulencias financieras pocos días después de que se cerrase el acuerdo en
torno a las condiciones del programa de ayuda financiera a Nicosia. "En lo
sustancial, Dijsselbloem ha sido criticado de forma injusta. Y no por mi
parte", indicó Schäuble a este respecto, recalcando su postura.
El ministro de Finanzas agregó sobre el rescate chipriota que
Nicosia no recibirá más dinero del exterior que los 10.000 millones de euros
comprometidos, frente a las recientes informaciones de que el país precisaría
realmente más de los 17.000 millones que conforman el total del paquete (los
7.000 millones restantes los debe aporta la propia Chipre). La Comisión Europea
(CE) y el Banco Central Europeo (BCE) ya han estimado que las necesidades
financieras de Chipre de aquí al primer trimestre de 2016 ascienden a 23
millones de euros.
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