viernes, 4 de noviembre de 2011
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En 1996, el entonces presidente del PP prologó el programa electoral con el que su partido concurría a las elecciones. Escribió: "La envergadura de la tarea que tenemos por delante exige recuperar el diálogo social para abordar, con decisión y responsabilidad, las reformas que den vigor y competitividad a la economía española. Este diálogo debe conducir a un gran acuerdo social por el empleo". En el programa del PP para las generales de 2008, se lee algo muy similar: "Haremos del diálogo social con las organizaciones de empresarios y sindicatos, el instrumento básico de nuestra política de empleo". Pero no se molesten en buscar nada, siquiera parecido, en el programa del PP para 2011. Ha desaparecido tan laudable propósito. Al terminar la lectura se tiene la sensación de haber leído una fábula épica. Las reflexiones y propuestas no dan muestra de mucho realismo o, al menos, de haber aprendido de los errores de su pasado.
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