No me importa, la carga de trabajo, la
presión, los medios con los que cuento, el exceso de horas, LO ÚNICO QUE QUIERO ES
QUE NO ME FALTEN AL RESPETO, QUE ME TRATEN CON DIGNIDAD“.
Esto es lo que expresaba, casi ya sin
ánimo, un comercial de una oficina de nuestra red.
Y es que hay algunos directivos en
nuestra territorial que lejos de conseguir que los directores, subdirectores y
comerciales de sus oficinas sumen, consiguen todo lo contrario, a base de
broncas, voces, amenazas… y poseen la habilidad de desmotivar, desincentivar y
desanimar a la
plantilla. En definitiva consiguen, que sumen menos, o que
incluso resten.
¿Esto es gestión de personal? Desde luego
no es la que se enseña en los cursos. Así no se ayuda a la consecución de los
elevados objetivos que la entidad se ha propuesto. Para que una persona trabaje
eficientemente, necesita un descanso apropiado, un entorno no hostil al menos
de puertas adentro, ya que bastante tienen con gestionar a los muchos clientes
hostiles que se presentan todos los días.
¿Cuántos jefes de zona o división han
negociado con un cliente el tipo de interés de un depósito, de un préstamo, la
reclamación por el cobro de comisiones… Pues en una sucursal eso es el pan
nuestro de cada día.
¿Por qué la empresa permite el
incumplimiento de su propio código de conducta? El grupo Santander
dice que apuesta por el desarrollo de la actividad laboral en un entorno de
corrección y respeto mutuo, en el que no se permite la intimidación,
humillación, violencia o acoso en cualquiera de sus manifestaciones.
Eso no cuando un cliente hace una queja a Miro, entonces todo el mundo a correr, el primero el Director de Zona.
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