El Fondo de Reestructuración
Ordenada Bancaria (FROB) escuchará ofertas por CatalunyaCaixa hasta
justo dentro de un mes, el próximo 14 de julio, pero todo parece indicar que el
proceso se convirtirá en un mano a mano entre Banco Santander y
CaixaBank, después de que el andorrano MoraBanc haya renunciado en público a
pujar por la entidad rescatada.
En principio Santander, CaixaBank, el Popular y
BBVA son las cuatro entidades que han mostrado interés por CatalunyaCaixa. No
obstante, fuentes financieras señalan que el Popular finalmente no presentará
una oferta formal. La entidad rescatada tiene un negocio muy centrado en el
mercado hipotecario, mientras que el banco que preside Ángel Ron prefiere
centrarse en su actual negocio, más basado en el crédito a pymes y autónomos.El interés de BBVA por CatalunyaCaixa también
está en entredicho, después de que el grupo que preside Francisco González ya
se hiciera durante la primera etapa de la crisis con Unnim, lo que le ha
otorgado una presencia más que notable en el mercado catalán.El gran favorito de las apuestas es el Banco
Santander, con una cuota de mercado más pequeña en Catalunya, que podría
solucionar mediante esta adquisición. Además, desde que comenzó la
reestructuración de las cajas de ahorros, el mayor banco español no ha
realizado ninguna compra, por lo que no son pocas voces las que apuntan que ‘ya
es su turno’.Su principal competidor será CaixaBank, que ha
sido el caso opuesto al Santander. El banco de La Caixa ha sido uno de los más
atentos al proceso de reestructuración, con las adquisiciones de la pequeña
Caixa Girona, de Banca Cívica y del Banco de Valencia.Sea quien sea el que finalmente se haga con
CatalunyaCaixa, lo más probable es que finalmente el FROB deba otorgar algún
tipo de ayudas públicas para desprenderse de la entidad, que ya ha costado a
los contribuyentes más de 12.000 millones de euros. El gran problema de la
entidad catalana es que mantiene unas hipotecas a unos tipos muy bajos, y al
mismo tiempo unos depósitos con rentabilidades muy altas, por lo que la
rentabilidad de la operación es cuestionable.
El FROB se ha negado hasta el momento a otorgar
un esquema de protección de activos (EPA) como el que se otorgó en la CAM o el
Banco de Valencia, pero no se descarta que finalmente tenga que abrir la mano a
esta opción. La alternativa más probable, no obstante, pasa por los jugosos
activos fiscales diferidos que acumula CatalunyaCaixa. La entidad rescatada
tiene unos activos fiscales acumulados de unos 5.500 millones de euros, si bien
se estima que de ellos sólo unos 3.500 millones computan como capital tras la
reforma impulsada el año pasado por el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Los
DTA se generan cuando los bancos se anotan pérdidas o se ven obligados a
realizar provisiones para cubrir riesgos de capitalización, como por ejemplo,
las destinadas a cubrir el riesgo inmobiliario o el aumento de la morosidad, y
que no son deducibles en el momento de realizarlas pero sí en un futuro. La
nueva normativa sobre los activos fiscales diferidos convierte a éstos en
créditos exigibles frente a la Administración tributaria, lo que permite que
continúen siendo considerados como core Tier 1 (capital de máxima calidad) en
la nueva normativa internacional de Basilea III, si bien no alcanza a todos
ellos.La intención del Gobierno es que CatalunyaCaixa
sea privatizada antes de agosto. El proceso de subasta de CatalunyaCaixa se
realizará en dos fases: En la primera, que se extenderá hasta el 14 de julio,
los potenciales compradores (que hayan demostrado su interés en la fase de
análisis) presentarán sus ofertas. Una vez analizadas dichas ofertas y se
ninguna resultase “más favorable que el resto”, el fondo de rescate abrirá una
segunda fase del proceso para los tres mejores candidatos a la compra.
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