
Así se desprende de un estudio realizado por BBVA Research sobre la situación de la banca, donde se ha referido a la adenda añadida a la guía sobre préstamos dudosos de la institución monetaria, que se aplica a los bancos directamente supervisados por la autoridad presidida por Mario Draghi.
Concretamente, esta medida afecta a los préstamos nuevos o existentes que pasaron a ser morosos después del 1 de abril de 2018, aunque el BCE está considerando introducir normas adicionales para los que se clasificaron como tales antes de esa fecha.
Mediante esta adenda, el BCE anima a los bancos a cerrar los déficits de provisiones contabilizando el nivel máximo de provisiones posible conforme a la norma contable aplicable o, si eso no es suficiente, ajustando su capital de nivel 1 ordinario por iniciativa propia. De lo contrario, el banco central tiene la potestad de aplicar un pilar más estricto decidido por su supervisor.
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