viernes, 7 de julio de 2017

Santander asume que actuó rápido y no verificó la información, que puede no ser veraz, en la compra del Popular


La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó el pasado día 4 de julio el folleto de la ampliación de capital de 7.072 millones de euros que el Santander pondrá en marcha para reforzar la absorción del Popular.
En el documento, la entidad asume que la operación implica riesgos desconocidos, y señala que realizó la oferta sobre la base de la información pública disponible a la que tuvo acceso por un periodo de tiempo reducido. El banco no verificó de forma independiente la exactitud, veracidad e integridad de dicha información. No puede descartarse que contenga errores u omisiones, ni que sea imprecisa e incompleta, apunta Banco Santander.
En concreto, no descarta que Santander, Popular y sus gestores y el FROB puedan ser demandados por antiguos accionistas y bonistas por la resolución del Popular y su ampliación de 2016, con el eventual coste en indemnizaciones. Asimismo, no descarta encontrar más pasivo ocultos en el balance del Popular y recuerda que este banco tiene cubierto el 50% del riesgo máximo de 1.600 millones de devolución de cláusulas suelo.
Santander señala también que la absorción del Popular podría no proporcionar los resultados y beneficios esperados y podría exponer al grupo a riesgos no previstos. El banco explica que su decisión de adquirir Popular se basó en la información pública disponible sobre la entidad, a la que tuvo acceso de modo limitado y por un periodo de tiempo reducido. No obstante, avisa de que es posible que haya sobrevalorado las sinergias y beneficios de la operación para el grupo, «o que no lleguen a materializarse».
De hecho, admite que no verificó de forma independiente la exactitud, veracidad e integridad de dicha información, por lo que no puede descartarse que la información facilitada por Popular al mercado o al banco contenga errores u omisiones, ni Santander puede garantizar que sea precisa y completa. Por ello, advierte de que podría encontrar activos dañados o deteriorados, riesgos desconocidos y pasivos ocultos, que podrían resultar en problemas que excedan sus previsiones, sin que estas circunstancias estén cubiertas o protegidas.
Resulta muy preocupante el documento aportado por el Banco Santander a la CNMV, en especial todo lo concerniente al epígrafe 2. Esperemos que no sea la justificación para medidas drásticas contra la plantilla resultante.
En el dicho epígrafe, en diversos apartados se habla de no haber estudiado de forma independiente la información existente y que está puede ser no veraz, conteniendo errores, omisiones, imprecisiones… Eso en “romano paladín” es falsedad o mentiras. Y resultaría reprobable quien lo ha hecho y quien se ha tragado el anzuelo. A Cualquier empleado que cometiese algo similar en su trabajo, por ejemplo no comprobar la veracidad de la documentación en una hipoteca, se le echarían al cuello. Por el contrario en el tema del Popular, nos atrevemos a decir que al “pitagorín” o “pitagorines” que no estudiaron la información no les va a pasar nada. Alguien se ha pasado de listo/a.
Accede al documento de Registro de Acciones y consulta la información de la que alertamos.

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