
Esta proposición de ley contempla aumentar de 4
semanas a 16 semanas los permisos de paternidad, e igualar el tiempo que padres
y madres pueden estar de baja en sus trabajos, y que este tiempo sean
intransferible entre ambos progenitores.
Las dos primeras semanas de baja formarían parte
de un permiso parental inicial para ambos progenitores inmediatamente tras el
nacimiento de su hijo. Además, ambos dispondrían de otras cuatro semanas para
disfrutar de manera conjunta en el tiempo o por separado. Al término de estas
primeras seis semanas de permiso obligatorio, cada progenitor dispondría de
otras 10, a su disposición, de baja voluntaria y a disfrutar en el primer
año de vida de su hijo.
Tras las dos semanas de permiso parental inicial,
entre las bajas de ambos progenitores serían treinta las semanas que un
recién nacido pueda pasar con sus padres. En consecuencia, cada progenitor/a
tendría derecho a dos periodos distintos, no cedibles ni de disfrute compartido
y con derecho a una prestación del 100 % de la base reguladora: el permiso
parental inicial de dos semanas y el permiso para la crianza de catorce semanas,
explica la proposición de ley de Podemos.
La formación morada entiende que existe un
amplio consenso político y social para convertir el derecho de cada progenitor
“en un derecho personal e intransferible sin sesgos de género”.
La Plataforma por permisos iguales e
intransferibles de Nacimiento y Adopción (Ppiina) ha solicitado que todos los
Grupos Parlamentarios aprueben esta reforma por unanimidad para “la igualdad de
derechos y el uso paritario de los permisos”. “España podría ser pionero, no
hay ningún país con permisos igualitarios”, arguyen. De esta manera, insisten
además en que se serían más los padres que pudieran disfrutar de los
primeros meses de vida de sus hijos.
La iniciativa, de Unidos Podemos, cuenta
a priori con el consenso suficiente para salir adelante, aunque la
tramitación parlamentaria puede durar largos meses. PSOE, ERC, PDECat y Compromís
han anunciado que votarán a favor de la proposición de ley, y el PNV también se
decanta por el sí, pero esperará a conocer el documento.
Las propuesta recoge igualar los permisos de
maternidad y paternidad de forma progresiva en casos de nacimiento, adopción y
acogida. La intención es que este año se pase de cuatro semanas a seis y
ampliar anualmente quince días para llegar al 2022 con cuatro meses. La iniciativa
establece que, para que el permiso sea efectivo, ha de garantizar la retribución
al 100% y no puede transferirse a la madre, puesto que conllevaría en muchos
casos que fuera ella la que asumiese toda la responsabilidad del cuidado del
bebé, en lugar de repartirla.
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