A partir de enero las empresas de más de 50 empleados deberán enmarcar este cambio.
Francia ha regulado por ley a partir de
enero la posibilidad de desconectarse del
mundo laboral con el ordenador o el móvil. ¿Quien no ha recibido un correo electrónico, un sms de su jefe o su
cliente mientras está de vacaciones, en fin de semana o jugando con sus hijos
en el tiempo libre?
El miedo a ser reprendido e incluso
sancionado por su empleador mantiene a la inmensa mayoría de los asalariados y
directivos conectados casi 24 horas al día. También durante las vacaciones la mayoría de los franceses consultan su
buzón de correos y mensajes
por miedo a perder un recado importante de sus superiores. En la era digital
las fronteras entre la oficina o el taller y el tiempo de reposo se vuelven
difusas.
Según un estudio publicado en Francia, de Éleas Pratiques
numériques, dos de cada tres activos reclama una clarificación de las reglas que
separan la vida personal de la profesional. Y la van a tener. A partir del uno
de enero de 2017 la desconexión digital será un derecho.
Está contemplado en la tan protestada ley
de reforma laboral. Deberá ser negociado en los
comités de empresa en las sociedades de 50 o más empleados.
La nueva legislación obliga a patronos y representantes salariales a sentarse a
discutir. Si no se llega al acuerdo, la empresa deberá elaborar un texto que
enmarque con nitidez este derecho a desconectarse.
Los que más exigen esta clarificación son
los ejecutivos y los jóvenes, quienes además son los mayores usuarios de esta tecnología. Sólo uno de cada cinco empleados franceses contesta que su empresa trata de limitar el uso de las
herramientas digitales fuera del tiempo de trabajo, según el estudio de Eléas.
Con este texto, que pasó desapercibido en el
paquete de la combatida “ley El Khomri” (el nombre de la controvertida ministra
de empleo francesa), el gobierno espera regular la hiperconexión de los
trabajadores y el respeto de su tiempo de reposo.
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