Para la Unión General de Trabajadores, la débil creación de empleo en
nuestro país, basada en trabajos temporales, precarios y mal remunerados, está
facilitando estadísticamente la caída del desempleo, pero está reduciendo la
capacidad productiva del país y, con ello, la capacidad de generar ingresos
suficientes para sostener el sistema de protección social y desarrollar las
políticas de progreso que precisa España. Para el sindicato, la lucha contra el
desempleo (cuya tasa del 21% es la segunda más elevada de la UE) debe ser el
objetivo número uno del nuevo Gobierno, mediante un plan de choque que
posibilite empleos y salarios de calidad y disminuya los niveles de desigualdad
y pobreza generados durante la última legislatura.
El desempleo sigue en un nivel elevadísimo, con una tasa del 21%, la
segunda más alta de la Unión Europea tras la de Grecia (24%). Y, lo que es más
grave, el desempleo se está haciendo cada vez más estructural. Hay 2.763.000
personas que llevan más de un año en situación de desempleo, el 57,7% del
total; de ellos, 2.071.000 llevan dos años o más en desempleo (el 43,2% del
total).
Además, en el último año el número de activos ha descendido en 78.400, y
desde el primer trimestre de 2012 el descenso ha sido de 612.000, debido a tres
circunstancias: el progresivo envejecimiento de la población española, la
marcha de trabajadores al extranjero para buscar mejores oportunidades de
empleo y la salida del mercado laboral de otros muchos trabajadores como
consecuencia del desánimo que produce la persistencia de la situación de
desempleo y la falta de expectativas. Esta caída de la población activa se
concentra en los grupos de edad más jóvenes: en los últimos cuatro años el
número de activos menores de 35 años ha descendido en 1,5 millones.
España sigue teniendo, sin duda, una crisis de empleo, que es tanto como
decir que la crisis continúa con toda su crudeza. Por eso, el sindicato
considera que la lucha contra el desempleo debe ser la prioridad de todas las
políticas.
Para UGT, hay que fijar como objetivo reducir a la mitad la actual tasa de
paro antes de terminar la próxima legislatura; aumentar la participación de las
mujeres, los trabajadores discapacitados o en desventaja, los jóvenes y los
trabajadores de más edad en el mercado laboral; y los jóvenes deben tener el
derecho garantizado a un trabajo de calidad o las oportunidades de formación
adecuadas dentro de los cuatro meses siguientes a la pérdida de empleo o a la
finalización de la educación o formación (Garantía Juvenil).
El primer reto del nuevo Gobierno tiene que ser iniciar la legislatura con un plan de choque por el empleo, en torno a tres objetivos: incrementar la creación de empleo, mejorar la calidad del mismo y garantizar la igualdad de oportunidades. De esta forma, conseguiremos un crecimiento real de la economía, mejorará la competitividad exterior, se intensificará el proceso de desendeudamiento de la economía y disminuirán las desigualdades y la pobreza en nuestro país.
El primer reto del nuevo Gobierno tiene que ser iniciar la legislatura con un plan de choque por el empleo, en torno a tres objetivos: incrementar la creación de empleo, mejorar la calidad del mismo y garantizar la igualdad de oportunidades. De esta forma, conseguiremos un crecimiento real de la economía, mejorará la competitividad exterior, se intensificará el proceso de desendeudamiento de la economía y disminuirán las desigualdades y la pobreza en nuestro país.
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