martes, 9 de agosto de 2016

La banca española no hizo caso al 60% de las reclamaciones en el 2015

De las reclamaciones presentadas contra los bancos y cajas de 2015 - que es verdad que han descendido un 31% con respecto al año anterior - y que fueron avaladas por el Banco de España, es decir, en los que se veían indicios de razón para los clientes, nada menos que el 60% fueron rechazadas por las entidades. Vamos, que más la mitad han sido ignoradas. No quita hierro al problema de fondo el que estas cifras sean mejores que las del año anterior, porque la situación de indefensión de los usuarios sigue ahí. El camino continua siendo muy tortuoso y, sobre todo, inseguro: reclamas al banco o caja de ahorros por una discrepancia con tus cuentas, tus operaciones, las comisiones…, atención al cliente de la entidad no lo estima, el cliente reclama entonces al Banco de España como árbitro que dictamine quién tiene razón, y hasta acaba dando la razón al cliente…¡pero no sirve para nada! Diga lo que diga el Banco de España, al final es el banco el que decide si te dan lo que pides o no.
Parece obvio que si el Banco de España dice que hay un problema, no tiene mucho sentido que en el 60% de los casos los bancos y cajas no hagan ni caso. Que todos esos usuarios se queden sin otro recurso que no sean los juzgados, salida poco rentable para las cantidades o situaciones que normalmente se reclaman, no parece que tenga mucha lógica. Es obvio que algo está fallando porque deja tirados a los afectados: los bancos se apoyan en sus servicios de atención al cliente, cuya objetividad es más que dudosa, y el último recurso que les queda, aunque les dé la razón, ni pinta nada, no tiene ningún poder para obligar a la entidad. Es sabido que esta indefensión es conocida por el Banco de España y que ha habido movimientos para intentar resolverla, pero está claro que las decisiones políticas no están por resolver el problema, ni por dar más alternativas a los usuario, ni por quitarle el poder de barrer para casa a las entidades.
Es decir, estamos en manos de la buena voluntad de los queridos bancos, y de sus políticas de atención al usuario.
Un ejemplo de chapuza financiera que demuestra que si tienes un problema importante tendrás que acudir a los tribunales, ejemplos de preferentes, cláusulas suelo.., es decir, dinero y mucho tiempo de espera. Y si el problema es menor, estás ante un problema mayor. Tienes todas las probabilidades para que nadie te haga ni caso.

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