De las reclamaciones presentadas contra los
bancos y cajas de 2015 - que es verdad que han descendido un 31% con respecto al año
anterior - y que fueron avaladas por el Banco de España, es decir, en los que
se veían indicios de razón para los clientes, nada menos que el 60% fueron rechazadas por las entidades. Vamos, que más la mitad han sido ignoradas. No quita hierro al problema
de fondo el que estas cifras sean mejores que las del año anterior, porque la situación de indefensión de los usuarios sigue ahí. El camino continua siendo muy tortuoso y, sobre todo, inseguro: reclamas
al banco o caja de ahorros por una discrepancia con tus cuentas, tus
operaciones, las comisiones…, atención al cliente
de la entidad no lo estima, el cliente reclama
entonces al Banco de España como árbitro que dictamine quién tiene razón, y
hasta acaba dando la razón al cliente…¡pero no sirve
para nada! Diga lo que diga el Banco de España, al final es el
banco el que decide si te dan lo que pides o no.
Parece obvio que si el Banco de España dice que hay un
problema, no tiene mucho sentido que en el 60% de los casos los bancos y cajas
no hagan ni caso. Que todos esos usuarios se queden sin otro recurso que no sean los juzgados, salida poco rentable para las cantidades o situaciones que normalmente se
reclaman, no parece que tenga mucha lógica. Es obvio que algo está fallando
porque deja tirados a los afectados: los bancos se apoyan en sus servicios de atención al cliente, cuya
objetividad es más que dudosa, y el último recurso que les queda, aunque les dé
la razón, ni pinta nada, no tiene ningún poder para obligar a la entidad. Es
sabido que esta indefensión es conocida por el Banco de España y que ha habido movimientos para intentar resolverla, pero está claro que las decisiones políticas no están por resolver el
problema, ni por dar más alternativas a los usuario, ni por quitarle el poder
de barrer para casa a las entidades.
Es decir, estamos en manos de la buena
voluntad de los queridos bancos, y de sus políticas de atención al usuario.
Un ejemplo de chapuza financiera que demuestra que si tienes un problema importante tendrás que acudir a los tribunales, ejemplos de preferentes, cláusulas suelo.., es decir, dinero y mucho tiempo de espera. Y si el problema es menor, estás ante un problema mayor. Tienes todas las probabilidades para que nadie te haga ni caso.
Un ejemplo de chapuza financiera que demuestra que si tienes un problema importante tendrás que acudir a los tribunales, ejemplos de preferentes, cláusulas suelo.., es decir, dinero y mucho tiempo de espera. Y si el problema es menor, estás ante un problema mayor. Tienes todas las probabilidades para que nadie te haga ni caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario