Según informa el diario Cinco Días, entre 2008 y 2015, el sistema
financiero español ha prescindido de 14.740 oficinas, un 32% de la capacidad
instalada con que contaba en los años del boom inmobiliario.
El ajuste equivale al cierre de más de 2.000 oficinas anuales, si bien el
periodo más virulento se produjo entre 2012 y 2013, con una reducción de más de
4.000 oficinas. El calado y la profundidad de este adelgazamiento, sin embargo,
no ha sido homogéneo en toda la geografía española.
Un reciente estudio de la consultora Tatum, especializada en la
transformación de las redes comerciales, revela que Barcelona ha sido la
provincia con mayor número de cierre de sucursales. Desde el estallido de la
crisis ha visto bajar la persiana de 2.500 sucursales, el 40% del total.
Es el mayor ajuste total, superando incluso los 2.147 cierres registrados
en Madrid, y uno de los descensos porcentuales más pronunciados. También en
Gerona, Castellón, Zaragoza y Orense se han clausurado cuatro de cada 10
sucursales. Por contra, provincias como Albacete, Badajoz, Ciudad Real, Cuenta
y Guipúzcoa apenas han sufrido la pérdida del 15% de sucursales con que
contaban.
Hay que tener en cuenta que en Barcelona se han producido algunos de los
movimientos corporativos más importantes de los últimos años, lo que ha
propiciado importantes oleadas de cierre de oficinas para evitar duplicidades
de red por parte de la entidades financieras que han adquirido otras. Así ha
ocurrido tras la compra de Unnim (fruto de la unión de Caixa Sabadell, Caixa
Terrasa y Caixa Manlleu) y de Catalunya Banc (la fusión de Caixa Catalunya,
Caixa Tarragona y Caixa Manresa) por parte de BBVA; la absorción de Barclays y
Banco de Valencia por CaixaBank o la de Caixa Penedes por parte de Sabadell,
por poner los ejemplos más relevantes de entidades con fuerte presencia en la
provincia.
El sector financiero español ha pasado de ser el que más oficinas tenía de
toda la eurozona, con un 24% del total según los datos recopilados por el Banco
Central Europeo (BCE), a situarse por debajo de las 37.623
oficinas que tenía la banca en Francia el año pasado, o de las 35.284 de
Alemania, y cerca de las 30.700 de la de Italia.
En comparación con otros países de nuestro entorno, siempre se ha
considerado que en España existe un excesivo número de oficinas bancarias
teniendo como referencia el tamaño del mercado, recoge el informe, señalando
que el ratio de habitantes por oficina arroja unos 1.452 en España frente a los
1.979 de Italia o los 2.301 de Alemania.
La banca tiene en estos dos países y en Francia una plantilla mucho mayor, no obstante, con 9,8, 18,3 o 10,9 empleados por oficina de media frente a los 6,3 de España, una tendencia que está cambiando con los nuevos modelos de macrooficina que está implantando la banca española.
La banca tiene en estos dos países y en Francia una plantilla mucho mayor, no obstante, con 9,8, 18,3 o 10,9 empleados por oficina de media frente a los 6,3 de España, una tendencia que está cambiando con los nuevos modelos de macrooficina que está implantando la banca española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario