
Y ¿quiénes son los nuevos socios y/o consejeros
digitales? En el caso de BBVA, se trata de Ben Milne, emprendedor y fundador
-hoy CEO- de la `fintech´ Dwola, sociedad tan polémica como polémico su
fundador, pues hace tan sólo diez meses la oficina de defensa y protección de
los consumidores norteamericanos multaba con 100.000 dólares, así como un
compromiso por parte de Dwola para cumplir 22 requerimientos y eliminar de sus
prácticas una serie de actuaciones por las que "engañaba" a los
consumidores en temas de seguridad de datos. Curiosa multa y llamada seria al
orden para una empresa cuyo principal activo era la protección y la seguridad
de los datos. Hace unos meses, González y Milne se declaraban amor recíproco y
orgullo compartido de trabajar juntos en el futuro. Y en ello andan. Las
transferencias de dinero por móviles en BBVA pasarán por el fruto de esta
alianza.
El
fichaje de Botín no es tan pintoresco como el de González; sólo más folclórico
y costumbrista, entendiendo por el mismo, un personaje del establishment norteamericano
que como Larry Summers, ex secretario del Tesoro de los EE UU, parece estar `de
vuelta´ de casi todo. De casi porque el cometido del nuevo consejero, del que
se dice `digital´ para justificar otra justificación -la transformación
comercial digital- tiene la enmarañada tarea de
despejar los caminos legales, administrativos y políticos para que Banco Santander pueda comenzar a hacer negocio en Norteamérica.
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