domingo, 22 de noviembre de 2015

La Comisión Europea implanta una estrategia de salud y seguridad laboral

Se busca mejorar la aplicación de la normativa vigente, potenciar la prevención de enfermedades laborales y combatir el envejecimiento del trabajador.

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La Comisión Europea ha establecido un marco estratégico de salud y seguridad laboral que , según indica buscará beneficiar a los más de 127 millones de trabajadores europeos y que está en línea con las metas planteadas en la región para el año 2020.
Este marco, que determina los principales retos y objetivos estratégicos, presenta las acciones clave y los instrumentos para alcanzarlos. En este sentido, establece como los tres principales retos los siguientes: mejorar la aplicación de la normativa vigente (en particular mediante el refuerzo de la capacidad de las microempresas y las pequeñas empresas para poner en marcha estrategias eficaces y eficientes de prevención del riesgo), potenciar la prevención de enfermedades laborales (haciendo frente a los riesgos nuevos y emergentes) y combatir el envejecimiento del trabajador.
En cuanto al envejecimiento de los trabajadores, la Comisión Europea aborda hasta siete objetivos específicos: proseguir la consolidación de las estrategias nacionales en materia de salud y seguridad; proporcionar ayuda práctica a las pequeñas empresas y a las microempresas; mejorar la garantía del cumplimiento de la normativa por parte de los Estados miembros; simplificar la legislación vigente, cuando proceda, para eliminar las cargas administrativas innecesarias; abordar el envejecimiento de la mano de obra europea y mejorar la prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo; y mejorar la recogida de datos estadísticos para disponer de mejores pruebas; entre otros.
La Comisión Europa apunta que, para llevar a cabo estas acciones, el marco estratégico establece los siguientes instrumentos: diálogo social, sensibilización, garantía del cumplimiento de la legislación de la Unión Europea y sinergias con otros ámbitos (salud pública, educación, etc.); además, fondos de la Unión Europea, como el Fondo Social Europeo (FSE) o el Programa Europeo de Empleo e Innovación Social (EaSI), están disponibles para apoyar la aplicación de las normas sobre salud y seguridad.
Dicho marco se revisará en el año 2016, con el fin de hacer balance de su aplicación y para tener en cuenta los resultados de la evaluación global de la legislación de la UE sobre salud y seguridad profesionales que se está llevando a cabo y que estará disponible a finales de este año.

Tras la lectura del documento, al que se puede acceder en el enlace que hemos creado al pie de la imagen de esta noticia, no se observa que se den soluciones concretas a los problemas que hoy hay encima de la mesa. No se menciona nada de la revisión a la que se está sometiendo a ciertas sustancias cancerígenas, cuya decisión todavía sigue pendiente. 
No dice nada sobre la paralización  de la directiva sobre problemas musculoesqueléticos, que quede paralizada por el programa REFIT (Programa de adecuación y eficacia de la reglamentación), programa que es un paso más en una estrategia desreguladora que pone en peligro directivas relativas a la protección de la salud y seguridad de los trabajadores y al derecho de los trabajadores a la información y consulta o los despidos colectivos.
Esta estrategia llega dos años tarde y cinco meses antes de que la Comisión  finalice su mandato, por lo que en nuestra opinión queda muy patente la falta de implicación de la Comisión europea en los problemas que afectan a la salud de los trabajadores europeos.



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