
El nuevo copresidente John Cryan, que accedió en agosto al cargo, comenzó a desvelar en su primera comparecencia pública las duras medidas diseñadas para volver a ser un banco íntegro y fiable, además de más seguro y eficiente en su actividad y más sencillo en su estructura. En el plano laboral, el banco prevé despedir para 2018 a 9.000 empleados, así como a 6.000 trabajadores de servicios subcontratados. El país más afectado, con un recorte de 4.000 puestos, será Alemania. Además, la entidad se va a retirar de diez mercados: Argentina, Chile, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda, Malta, México, Perú y Uruguay.
También
reducirá el número de sus filiales, recortando principalmente sus oficinas en
Alemania (unas 200) y el resto de Europa Occidental. La entidad no detalla el efecto
del plan de saneamiento previsto para España.La entidad ha indicado que en este momento no está en disposición de
desvelar en detalle el impacto concreto en términos de empleados y filiales
afectadas que va a tener el plan de saneamiento en España y América Latina.
El banco alemán anunció que entre enero y septiembre perdió 4.647 millones de
euros, un resultado absolutamente decepcionante. La pérdida antes de impuestos hasta septiembre fue de 3.393
millones de euros, frente a la ganancia de 2.864 millones en el período de
referencia del año anterior.
El Deutsche Bank lleva meses lastrado por
distintos escándalos de corrupción y financieros, entre los que destaca la
manipulación del Libor y el Euribor, tanto por sus repercusiones como por la
cuantía de las multas, lo que dañó considerablemente sus cuentas. La situación
se tornó insostenible este año y en junio el consejo de vigilancia de la
entidad anunció la destitución de los dos copresidentes, Jürgen Fitschen y
Anshu Jain.
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