Señala el diario Expansión que las entidades
están analizando la consolidación del sector en "conversaciones
preliminares a varias bandas" y que los resultados de los bancos del
tercer trimestre, que están a punto de conocerse, darán una idea de la premura
o no del proceso de concentración. Añade el diario que
todo apunta a que, en un plazo no muy largo, de los 14 grupos actuales se pase
a menos de 10.
El baile de acuerdos y fusiones empezaría
el próximo año ya que se esperaría a que pasen las elecciones generales. Hace
unos días, Jaume Puig, Director de GVC Gaesco Gestión, señalaba que las tres
entidades "en la picota" eran, "por orden", Liberbank,
Popular y Sabadell.
La convicción de que no hay negocio para
todos los grupos bancarios nacionales, unida a la necesidad de que el sector
siga reduciendo su capacidad instalada, con el cierre de oficinas y ajuste de
plantillas, sigue en la mente de los responsables de las entidades españolas y de los supervisores y reguladores. Es por
ello que se ha repetido en múltiples ocasiones que el proceso es irreversible
aunque pueda ser lento o tarde más en producirse.
Los expertos llevan mucho tiempo
advirtiendo de que hay un exceso de capacidad en el sector que, de una forma u
otra, acabará siendo eliminada por la fuerza de los hechos. Además, otro factor
que genera presión de cara al proceso de concentración del sector es que los
supervisores tienen la mirada puesta en los niveles de capital de las entidades
y no dudan en elevarlos como garantía ante posibles problemas futuros.
Desde el Banco de España se apuesta por
tres macroentidades, así mismo Bruselas tiene el plan de reducir los bancos de
la Eurozona a una decena.
Todo este proceso podría suponer miles de
despidos y el cierre de un gran número de oficinas.
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