domingo, 14 de junio de 2015

El Gobernador del Banco de España pide moderación salarial y más recortes, pero el no predica con el ejemplo

Con un lenguaje frío y distante, plagado de eufemismos, es habitual leer recetas en las que el FMI y el BCE, abanderan rebajas salariales y subidas de impuestos como única solución para equilibrar las cuentas públicas y recuperar el crecimiento.
Ni quienes dan las órdenes ni quienes las reciben -y a menudo las acatan- profundizan en otra línea: revitalizar la economía productiva para generar riqueza, empleo e ingresos públicos.
Da la impresión de que algunos países han renunciado a desarrollar su economía, siendo competitivos, aportando valor añadido a sus productos. Dicho en otras palabras: quienes fabrican los Mercedes y los BMWs, como son capaces de venderlos en todo el mundo a precios altos, no precisan bajar los sueldos de sus empleados, pero quienes sólo hacen baratijas no pueden hacer lo mismo, porque ni siquiera resisten la competencia de países como China, que tira los precios en todos los mercados, ya sabemos con que condiciones laborales. Pero de todo esto y de cómo solucionarlo apenas hablan: ni los tecnócratas designados ni los gobernantes electos.
Esta misma semana hemos vuelto a ver la película de siempre: el FMI y el Banco de España han coincidido en la necesidad de abaratar el despido, subir el IVA y extender el copago en sanidad y educación, como si estos dos pilares del Estado del bienestar no se financiasen ya con impuestos de los ciudadanos. Es más, propugnan una nueva reforma laboral, subidas de impuestos que permitan ingresar más por IVA, impuestos especiales y medioambientales y recortes del gasto público para reducir el déficit. A unos y a otros sólo les separan a veces los eufemismos que utilizan.
Su cinismo llega al extremo de que quien pide profundizar en la devaluación salarial en España se sube su propio sueldo, pagado con dinero de los contribuyentes. Así, tanto el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, como el subgobernador y presidente del FROB, Fernando Restoy, aumentaron su sueldo durante 2014 y se quedaron tan tranquilos.
Así, al tiempo que criticaron implícitamente que los sindicatos y patronales firmasen alzas salariales de hasta el 1% en 2015 y del 1,5% en 2016, Luis María Linde se subió sus ingresos un 5,8% respecto a 2013 –ganó 176.060 euros brutos- y Fernando Restoy se aplicó un 3,9%, hasta alcanzar en 2014 los 203.410 euros brutos.
Sigue las enseñanzas de su antecesor, el ínclito MAFO (Miguel Ángel Fernández Ordoñez) que, tan empeñado estaba con rebajarnos el sueldo a los trabajadores, que no se enteró de que le había saltado por los aires el sistema Bancario de España.

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