Ese todo vale incluye saltarse a la torera la
normativa que rige en la entidad y por la cual se nos controla si
desarrollamos, o no, nuestro trabajo diario dentro de la reglamentación
establecida. Esto afecta a todas las materias, desde riesgos, custodia de efectivo, manejo de claves, etc.
Lo peor de esto no es que se cometan estas infracciones
por voluntad propia, que salvo algún caso no es así, sino que viene impuesto
por el superior o superiores jerárquicos de turno con el argumento que es
indispensable para lograr el bien de la entidad.
Probablemente, sí será indispensable, pero para
salvar al superior. Y es bastante discutible, en muchos casos, que eso suponga
un bien para la entidad.
El superior consigue cumplir su objetivo, se
cuelga las medallas, pero la responsabilidad de posibles infracciones que le
hayan allanado el camino recae sobre el subordinado de turno que se ha visto
obligado a cometerlas. FANTASTICO, para el jefe y para nadie más.
Compañeros, paraos a pensar ¿qué os estáis viendo obligados a hacer para conseguir
cumplir con los objetivos?. ¿Si algo de ello puede poner en juego la seguridad
de vuestro puesto de trabajo?. Y, sobre todo, al final, mirar que toda vuestra
actuación se ajuste a la normativa de la entidad y a las instrucciones recibidas
por escrito.
En Banco Santander existe unos Manuales y un
Código Ético y están para cumplirlos.
Recuerda también que no estás solo. Que puedes contar,
en todo caso, con el apoyo y el asesoramiento de la sección sindical de UGT.
No lo olvides, tu jefe te puede cesar, pero si no cumples la normativa te puedes ver en la calle después de una auditoría.
No lo olvides, tu jefe te puede cesar, pero si no cumples la normativa te puedes ver en la calle después de una auditoría.
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