domingo, 23 de noviembre de 2014

Antonio Garamendi, candidato a presidir CEOE apuesta por salarios más flexibles y despidos más baratos

Garamendi muy bien acompañado a su izquierda.
El candidato a la presidencia de la CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, quiere una CEOE más influyente en las decisiones políticas y económicas. Propone ahondar en las reformas del mercado de trabajo para generar más empleo, con una mayor flexibilidad en las condiciones laborales, también en los salarios, así como costes laborales más asequibles, lo que incluye despidos más barato
Su  programa es una batería de propuestas, a nivel interno de la organización y externo, de cara al ámbito político y económico, que se asienta en la máxima de recuperar la “presencia” que, a su juicio, ya no tiene la CEOE actual.
En el plano económico, la primera aspiración de esa nueva CEOE es la reducción “urgente” de los costes de las empresas, ya sean laborales, fiscales, energéticos, sociales “o de cualquier tipo”. “Será la mejor manera de que las administraciones ayuden a los empresarios”, señala el programa de Garamendi.
Para ello, Garamendi quiere reducir las cotizaciones sociales, dar marcha atrás para que los salarios en especie salgan de las bases de cotización del empresario, controlar aún más el absentismo y las bajas, y reducir el coste del despido individual. Sobre esta última cuestión, señala que “es imprescindible para tener una economía competitiva”.
Además, el candidato a la presidencia de la CEOE, defensor de mantener la moderación salarial, señala que “la flexibilidad laboral en las empresas no viene sólo de una movilidad geográfica o funcional, sino también de una flexibilidad en la retribución salarial basada, en la medida de lo posible, en la productividad de cada compañía e incluso en cada puesto de trabajo”.
Por otro lado, Garamendi avisa de que reducir las modalidades contractuales “sin motivo” puede suponer una “incomodidad” para las empresas. En su opinión, siempre se habla de eliminar la dualidad entre contratación temporal e indefinida, pero hay que tener presente que los contratos temporales y a tiempo parcial son “muy valiosos” para las empresas a la hora de adaptar las plantillas a las necesidades del negocio.
Por otro lado, señala que es preciso un marco regulatorio “más adaptable a las especiales circunstancias por las que atraviesan las empresas, que no esté permanentemente judicializado. Además, Garamendi habla de regular el derecho a huelga, cuestión que considera “compleja, pero necesaria”.
“Es exigible que la huelga se vote en una urna, que las acciones informativas sobre la convocatoria no se puedan realizar el mismo día de la huelga –porque entonces se convierten en piquetes coactivos– y que no pueda convocar huelga un sindicato que carezca de representatividad en la empresa o sector de que se trate”, precisa.

Como podemos ver, siguen empeñados en someter a los trabajadores a los pies de los empresarios, sobre todo en las grandes empresas.¿Porqué hay que abraratar el despido?, si de lo que estamos hablando son de despidos improcedentes para las empresas. Un despido improcedente ha de suponer la readmisión inmediata del trabajador, junto con la reposición de todos sus derechos y salarios que ha dejado de percibir.Por otro lado, resulta cómico que se hable de votar el derecho a la huelga, que es algo que nos compete exclusivamente a los trabajadores. O ¿están ellos dispuestos a que los trabajadores votemos las decisiones que los empresarios tomen y que nos afecten directamente?

1 comentario:

  1. Francamente, a este señor habría que aplicarle un escarmiento ejemplar. Acaba de insultarnos a todos y aspira a dirigir la CEOE y convertirse en una influencia importante para presionar decisiones políticas y legislativas.

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