lunes, 14 de julio de 2014

Protégete contra las órdenes verbales abusivas


Seria bueno que la Empresa, en aras de una mayor transparencia y sobre todo de jugar limpio con todos los empleados, empezase a desterrar ciertos comportamientos que por habituales han llegado a convertirse en “seña de identidad” del Banco. Nos referimos al hecho de dar instrucciones verbales, que no se dan por escrito, llegando incluso en muchas ocasiones cuando quien las recibe solicita esta confirmación, el que ha dado la orden llega al punto de sentirse ofendido “¿cómo me pides esto por escrito?” 

Ello ocurre cuando a alguien le trasladan a otra oficina, o le aplican una comisión de servicio, o cuando un superior da instrucciones a un subordinado para saltarse alguna norma, instrucciones que niegan cuando la operación se complica o fracasa con los consiguientes efectos fatídicos para el incauto receptor de la orden. 

Quien se niega a dar por escrito una orden que sí es capaz de dar verbalmente, o bien lo hace porque no es una práctica bancaria correcta y desea que otro cargue con sus propias responsabilidades, o porque es una orden fuera de la ética o moralmente no aceptable. Si no, ¿Por qué no darla por escrito? Evidentemente quien lo hace tiene la intención de no dejar constancia que ha sido él quien ha dado la orden.

El Banco tiene un código de conducta, a través del cual, aparenta estar muy interesado en el comportamiento ético de sus empleados, pues bien, si esto es así esperamos que erradique de una vez por todas estos comportamientos tan poco profesionales. Desde estas líneas le hacemos poner la vista en este dañino comportamiento que se da muy a menudo por distintos gestores/as de Recursos Humanos y también algunos/as Directores/as de zona: Hay traslados o comisiones de servicio no se dan por escrito, con la intención de obviar la normativa de convenio, para dar la apariencia de que ha sido el propio trabajador quien lo solicita, cuando no es cierto. ¿es esto ético para la Dirección? o la falta de ética solo le preocupa si perjudica al propio Banco. 

De todos modos, y mientras el Banco sigue su inercia en estos temas, hay una cosa que podemos y debemos hacer, y es enviar un correo electrónico CON ACUSE DE RECIBO y CONFIRMACION DE LECTURA a quien da las instrucciones verbales en el que rece: “Siguiendo sus instrucciones, verbales de fecha XXX procedo a realizar.... o a trasladarme a la oficina XXX ... o a contabilizar”, etc. Reforzando con envío de copia a su superior, o caso de tratarse de algún asunto social, como un traslado, a la Sección Sindical de UGT, para dejar debida constancia –QUE ES LO QUE NO QUIERE QUIEN SE NIEGA A DARLAS POR ESCRITO-. 

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