viernes, 20 de junio de 2014

Pena de dos años de cárcel por un caso de acoso laboral

César P. sufrió durante años actos vejatorios por parte de un supervisor. La Audiencia Provincial de Santander acaba de confirmar una sentencia que condena a su acosador, funcionario del Inst. Español Oceanográfico en un centro de Santander, a dos años de cárcel y a pagar una multa de 41.000 euros a su víctima, además de suspenderle de su empleo y cargo público durante el tiempo de la condena. se trata de un fallo pionero, ya que apenas existen precedentes de condenas a prisión por 'mobbing'.
La sentencia de la Audiencia ratifica un fallo anterior de un Juzgado de lo Penal de Santander, que considera probado que existieron "actos vejatorios reiterados que integran un trato degradante" y "menoscabo grave de la integridad moral, al sufrir la víctima sensaciones de sufrimiento psíquico humillante y envilecedor". La víctima sufrió episodios de angustia, ansiedad y depresión y llegó a causar baja durante casi un año y medio. Una incapacidad temporal que fue reconocida como la consecuencia de una situación de acoso en el trabajo.
Los actos vejatorios que ejerció el investigador condenado van desde trato despectivo, ordenamiento de trabajos de inferior cualificación con crítica negativa, vaciado de contenido del puesto de trabajo, prohibiciones inmotivadas, aislamiento, gritos , entre otras.
La responsable de Salud Laboral de UGT, Marisa Rufino, califica la sentencia de "ejemplarizante": "Es muy importante que la justicia se de cuenta de que estos problemas existen, también en el ámbito laboral y que se puede ir por esta vía penal porque se trata de conductas que hacen mucho daño a los trabajadores". Rufino señala que desde que el acoso laboral entró en el Código Penal en 2012, los trabajadores también pueden ir contra la empresa o administración en la que se produjeron los hechos.
Noticias como esta han de animar a todos los trabajadores a denunciar este tipo de delitos.
Ciñéndonos a nuestra empresa, nadie debe consentir que se falte a su profesionalidad y a su persona, de hecho o de palabra. Acabar con los acosadores laborales está en la mano de todos. Aunque pueda resultar duro al principio hay que dar un paso adelante. De lo contrario se estará poniendo en riesgo la propia salud del trabajador. 
En esa batalla, al lado del trabajador siempre va a estar UGT.

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