domingo, 29 de junio de 2014

Lo natural

"Siempre será necesaria la actuación sindical como contrapeso legítimo a las aspiraciones de las organizaciones empresariales"

A los muchos les parece que todo es natural. Es natural tener Pagas de Beneficios, es natural tener Economato Laboral, es natural tener Bolsa de Vacaciones, es natural disponer de días de libranza, es natural tener Beneficios Sociales, es natural no trabajar los sábados, es natural tener Planes de Pensiones, es natural tener Acuerdos de Fusión, es natural tener...
No siempre fue así. De hecho casi todos estos logros "tan naturales" supusieron enormes esfuerzos y desgastes de las organizaciones sindicales y trabajadores en general.
Y cuando hablamos de organizaciones, debemos hablar de las personas que las componen; no de los grandes dirigentes, sino de los delegados y representantes que hacen su trabajo cada día de forma callada y casi siempre invisible.
No son profesionales ni reciben remuneración por ello. Seguramente se equivocan a menudo, pero con su entusiasmo y tesón libran pequeñas batallas diarias, poco a poco, calladamente.
Suele ser un trabajo ingrato con frecuencia. Dedican mucho tiempo y medios propios a tratar de solucionar mil y un problemas, en muchas ocasiones en situaciones límite, donde queda poco margen de actuación.
Por eso el representante sindical debe, con frecuencia, atender a compañeros que, en su momento los denostaron o simplemente ignoraron.
El empleado de banca, en general, presenta casuística diferencial respecto a otros colectivos de trabajadores; es bastante individualista, con frecuencia insolidario y piensa que a él nunca le va a pasar aquello que finalmente, un día u otro, le ocurrirá.
El atuendo, el mobiliario y la formación cultural no deben hacernos olvidar lo que somos: asalariados con los mismos problemas básicos que un obrero metalúrgico o un agricultor, por ejemplo.
Sin embargo, siempre será necesaria la actuación sindical como contrapeso legítimo a las aspiraciones de las organizaciones empresariales. Cada uno defiende su pan.
Los delegados merecen el respeto porque son los que acaban mojándose por todos, luchando por todos y, si acaso, agradecido por algunos. Por ello, hazte oír, cuéntales tus quejas, comparte tus dudas, generalmente los problemas se solucionan mejor en su origen.
Estamos para ayudarte y ayudarnos.

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