Más de un millar de altos directivos de la gran banca
española se juegan tener derecho a percibir, a partir de este mismo ejercicio,
un 'superbonus' del 200% de su retribución fija, el nuevo máximo legal.
Entre los beneficiados se encuentran Emilio
Botín, Francisco González, Ángel Ron, Josep Oliú, así como sus
respectivos CEOs. Para ello, necesitan que sus accionistas refrenden
mayoritariamente una petición que, hasta el pasado noviembre, las entidades
manejaban discrecionalmente.
El Gobierno aprobó, en noviembre pasado, un real
decreto de Trasposición parcial de la normativa europea de solvencia que, entre
otras medidas, incluía la de que la retribución variable máxima de los
directivos de las entidades financieras no puede superar su salario fijo. No
obstante, establecía una excepción por la que el bonus puede ser el doble que
el sueldo fijo siempre y cuando lo acuerde la Junta de Accionistas de la
entidad. En este caso se puede alcanzar el 200%.
En el caso del Santander, los accionistas votarán, el próximo 28 de marzo, si un
máximo de 785 directivos del
grupo pueden recibir una retribución variable que exceda del 100% de su fijo y
no supere el 200%. El importe máximo para el que se solicita autorización es de
219,9 millones de euros, lo que equivale a una media de 280.000 euros por
banquero, según explican desde el banco.
Santander explica que se han incluido directivos de
áreas geográficas donde se da mucho peso a la retribución variable y no hay
límites a la misma. En todas las entidades, el mayor número de beneficiarios
están incrustados en los departamento de banca corporativa y de inversión,
los ejecutivos más cercanos a los mercados (Bolsa, deuda, divisas...) y a la
financiación de las grandes empresas e instituciones (estructurados, emisiones
de deuda pública, renta fija corporativa, préstamos sindicados...). En el caso
del Santander, son más de 664 directivos los afectados, mientras que en BBVA se
reduce al centenar.
Todas las entidades recalcan que la decisión de
aprobar un nivel máximo de retribución variable para las personas indicadas no
afectará al mantenimiento de la base sólida de capital ni a sus obligaciones en
virtud de la normativa de solvencia. "El hecho de que se someta a la votación de la
Junta no implica que se vayan a pagar en todos los casos, sino que se gana el
derecho para poder percibirlo en algún ejercicio",
explican desde varias entidades.
En caso de aprobarse la medida, como parece previsible
Botín podrá tener derecho percibir un sueldo variable que sería el doble de su
retribución fija. Así, el presidente podría
recibir una variable de 2,68 millones. Tanto si fueran estas cantidades, como
si fueran menores por no ejercitar este derecho, las variables de todos los
presidentes se dividirían un 50% en efectivo y el resto en acciones. Además, el
50% de cada elemento de la retribución variable total se diferiría en tres
ejercicios, abonándose la cantidad diferida por tercios durante los años 2016,
2017 y 2018.
Bonito ejemplo para todos los empleados, que mientras son presionados para prolongar su jornada sin ver ni un euro, escamoteando
con ello impuestos a Hacienda y a la Seguridad Social, por el contrario sus
altos directivos con Botín a la cabeza se reparten el pastel, bien aderezado
con lo que a los empleados no les pagan.
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