domingo, 23 de febrero de 2014

La Generalitat comenzará a derivar parados en agencias privadas de colocación en abril



El departamento de Empresa y Empleo ultima el diseño de un modelo propio para dar entrada a empresas privadas en la recolocación de parados en el mercado de trabajo como colaboradoras de los servicios públicos. El primer plan piloto, dotado con 1,5 millones de euros, estará en marcha dentro de un par de meses y prevé derivar unos 2.500 parados en estas empresas, que recibirán 600 euros de media por cada parado a que consigan un contrato, según han explicado a la ARA fuentes conocedoras de un plan en el que el Gobierno aún trabaja.
Las cantidades variarán respecto a esta media en función de aspectos como la formación que tenga el parado, la edad, el tiempo que haga que está en el paro y otras variables que influyen directamente en la dificultad de conseguir un contrato de trabajo. También hay que ver qué cantidad se ligará a cada tipo de trabajo, ya que fuentes sindicales subrayaron el hecho de que no es lo mismo 600 euros por un trabajo indefinido que por un contrato a tiempo parcial o temporal de tres meses. Las cantidades que se valoran podrían alcanzar máximos de 1.800 euros por parado en los casos más difíciles.
A falta de esos detalles que la Generalitat aún no ha desvelado, sí está confirmado que la entrada de empresas privadas como las ETT en la intermediación laboral será pronto una realidad, tal y como permite la reforma laboral.
La Generalitat desarrollará su propio modelo de colaboración con los agentes privados tras no firmar el convenio marco estatal, que da un papel preeminente en las grandes empresas de ETT y de colocación, según hemos criticado los sindicatos, lo que deja en inferioridad de oportunidades entidades más pequeñas en el mercado de la intermediación. Según el plan del Ministerio de Trabajo, las agencias de colocación pueden recibir entre 300 y 3.000 euros por parados recolocados.
El modelo en marcha en el ámbito estatal ha puesto una partida de 200 millones de euros a repartir entre las empresas privadas que presenten sus propuestas. Sólo pueden presentarse a la licitación las que hayan tenido un volumen de negocio anual de 100.000 euros de media en los últimos tres años. Ahora el ministerio evalúa las propuestas presentadas.
El modelo catalán quiere respetar la pluralidad de agentes, muchos de los cuales son pequeños y especializados en la recolocación de colectivos especiales, explicaron fuentes conocedoras del plan. A partir de la puesta en marcha, se diseñarán contratos programa plurianuales (para dotar de estabilidad la colaboración público-privada) con objetivos de colocación concretos.
Los agentes sociales y grupos de la oposición, han advertido que tendrán que velar porque en las experiencias de intermediación con privados reine la igualdad. "Existe el riesgo de que las empresas quieran quedarse los más fáciles de retornar al mercado de trabajo y dejen los que tienen menos expectativas a los servicios públicos, lo que crearía como dos categorías de parados", advirtió nuestro responsable de política sindical de UGT de Catalunya, Camil Ros.
Será necesario que los contratos sean escrupulosos para evitar picarescas y vigilar que los programas que les otorgue el Gobierno no se solapen con otras que les encargan empresas privadas en procesos de selección de personal, que son los que suelen hacer empresas como las ETT en la actividad habitual.
El texto de la nueva ley del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC) está ya en la recta final para ser enviado al Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC) en las próximas semanas. Las conversaciones con agentes económicos y sociales y con los partidos políticos están prácticamente terminadas para que el texto haga camino hacia el Parlamento, donde entrará antes del verano.
El nuevo SOC buscará, según uno de los últimos borradores de la futura ley, reducir el número de colaboradores privados que actualmente participan en temas como la formación y la orientación y que, pronto, también lo harán en la intermediación. Ahora mismo hay miles de pequeñas y grandes empresas cooperando con los servicios públicos, pero el Gobierno aspira a reducirlas a 50 o 60.
A propuesta de los agentes sociales,  se están discutiendo vías para que, cuanto menos, los perceptores de rentas sociales sean derivados de forma prioritaria al SOC para poner el retorno al mercado laboral como prioridad número 1 en la ayuda que se le preste.
En las negociaciones con agentes sociales y patronales, también ha habido diferencias a la hora de denominar el nuevo modelo. UGT quería que la ley hablara de "sistema público de empleo", mientras que las patronales criticaban que la denominación de "público" excluía el mundo privado. Según un último borrador aún no definitivo, la ley puede hablar de "sistema de empleo" a secas.
No parece alentador que el gobierno de CIU, derecha pura y dura, de un paso más para privatizar todo en Catalunya, al igual que el PP está haciendo en el todo el estado. 
El dinero que van a derivar a empresas privadas, lo podrían dedicar a hacer una verdadera política de empleo en el que el SOC (Servicio de Ocupación de Catalunya) fuese el protagonista principal.

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