Las sucesivas ampliaciones de capital
realizadas por el Santander en los últimos años han reducido el peso de la
familia Botín en el capital del banco un 38% durante los años de la crisis,
hasta quedar en el 1,54% actual.
Según los informes anuales de
la entidad, Emilio Botín, su hermano Jaime, los hijos de ambos, la Fundación
Marcelino Botín y las sociedades vinculadas de todos ellos, controlaban unos
156 millones de títulos en 2007 lo que representaba el 2,506% del capital.
Ahora, siete años después, y a pesar de que el número de acciones en poder de
la familia ha aumentado hasta 174,7 millones, el porcentaje se ha visto
sensiblemente mermado.
La
razón no es otra que las sucesivas ampliaciones de capital acometidas por el
banco, con el objetivo de cerrar operaciones de compra o
absorción y retribuir a sus accionistas, que no han sido cubiertas en su
totalidad por la saga Botín.
Esta operativa ha provocado
que el capital social de la entidad, que había permanecido unos años estable,
haya subido ejercicio tras ejercicio desde 2008. Así, un año antes el número de
acciones del banco ascendía a 6.254 millones de títulos, mientras en ese
ejercicio ya sumaba 7.994 millones de títulos. En 2008, el Santander llevó a
cabo una ampliación de capital, de casi 1.600 millones de títulos, para mejorar
su solvencia y otra, de 140 millones de acciones, para la adquisición del
británico Alliance & Leiscester.
En 2009, el aumento del
capital social vino de la mano de la ampliación para aumentar al cien por cien
el control del norteamericano Sovereign y de la introducción, por primera vez
en la crisis, del pago de un dividendo en acciones.
En ejercicios sucesivos, la
remuneración a los socios en acciones fue aumentando su frecuencia, hasta que
en 2012, ya se da a escoger a los entre títulos y efectivo en los cuatro pagos.
Ese año el capital también aumenta por la transformación en acciones de las
convertibles todavía vivas de la emisión de "Valores Santander".
La familia Botín ha preferido
recibir buena parte de las retribuciones al accionista en metálico, que unido a
la dilución por canjes en la adquisición de entidades y conversión de
instrumentos de deuda, ha provocado la bajada porcentual de su participación.
A cierre de 2013, según los
datos facilitados por el banco a la CNMV, el capital social del banco está
compuesto por 11.333 millones de acciones, lo que supone un aumento del 81 por
ciento sobre el número de títulos existentes a finales de 2007.
En este periodo, su
capitalización bursátil se ha recortado en algo más del 20 por ciento, al pasar
de 92.501 millones de euros a 73.735 millones.
La evolución de la acción del
Santander en la bolsa, unido a la dilución sufrida por la familia Botín, hace
que el valor de su inversión se haya visto seriamente mermada en estos últimos
siete años.
Si a cierre de 2007, el
paquete accionarial en su poder ascendía a unos 2.318 millones de euros, al
final del pasado año se había reducido un 51%, hasta suponer 1.135 millones de
euros.
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