Un disfraz para hacer políticas antisociales

La recuperación publicitada ayer por el Presidente del Gobierno en
el debate sobre el Estado de la Nación, dibuja un mañana mejor para unos
ciudadanos que viven un presente deprimente por las políticas antisociales
impuestas por el Gobierno. Hoy hay menos clase media, más pobreza y más
desigualdad. Menos empleo (un millón de ocupados menos), más precario (temporal
y parcial), menos negociación colectiva, menos derechos y menos diálogo social.
Hoy hay menos protección social, menos sanidad y educación pública, menos
ayudas a las personas dependientes, pensiones peores y peor cobertura por
desempleo. Reducir cotizaciones sociales para beneficiar a los empresarios, no
garantiza el crecimiento del empleo y merma la recaudación de la Seguridad
Social.
El discurso de Rajoy se disfraza de social para ocultar las
políticas antisociales del Gobierno. Es un discurso lleno de trampas con un
claro objetivo las próximas elecciones al Parlamento Europeo.
Respecto a la tarifa plana para fomentar la contratación estable
de nuevos trabajadores, UGT advierte que esta estabilidad puede tener una
caducidad de tres años, esto es el tiempo que el empresario puede mantener ese
contrato sin contrapartidas, y sin necesidad de devolver las ayudas de las que
se ha beneficiado previamente. Pasado este tiempo, los empresarios podrán
disponer de la herramienta puesta a su disposición con la reforma laboral: un
despido más fácil y barato.
Por otro lado, esta medida supone un reconocimiento implícito
sobre los estragos que está causando la reforma laboral sobre el empleo
indefinido (se está produciendo un efecto sustitución de trabajadores estables,
por trabajadores más baratos y precarios).
El sensacionalista anuncio fiscal de eximir el pago de IRPF a las
personas que ganen menos de 12.000 euros a partir de 2015, debe analizarse en
el contexto de esa reforma fiscal global que plantea el gobierno.
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