domingo, 5 de enero de 2014

CatalunyaCaixa, pendiente de vender su inmobiliaria

CatalunyaCaixa acordó el 7 de agosto la venta de la división de gestión inmobiliaria a una sociedad formada por los fondos de inversión Kennedy Wilson y Varde, por un valor cercano a los 40 millones de euros. Esta cantidad, que iría a reforzar directamente la solvencia de la entidad, queda, de momento, pendiente del cierre del acuerdo, después de casi cinco meses.
Fuentes cercanas a la entidad, han indicado que la dirección confirmó justo antes de Navidad que la operación aún no se había cerrado. Las mismas fuentes indicaron que la negociación de un acuerdo de este tipo es complicado, porque incluye temas sensibles como la utilización de la base de datos del banco. CatalunyaCaixa pactó la venta de CX Inmobiliaria, el área de gestión de casi 50.000 viviendas, entre los que figuran los traspasados ​​al banco malo . La propiedad del resto de pisos que gestiona la plataforma son de titularidad de CatalunyaCaixa, que facilita los servicios informáticos a la filial inmobiliaria.
Además, queda pendiente el traspaso de los 190 trabajadores de esta actividad al comprador. Si los fondos Kennedy Wilson y Varde aceptan quedarse la plantilla, que es la que cuenta con el conocimiento y el valor añadido para vender los activos inmobiliarios, el expediente de regulación de CatalunyaCaixa pactado hace dos meses se podría reducir. El ajuste laboral firmado el 8 de octubre se cerró con 2.153 despedidos, de los cuales 401 tienen más de 50 años.
Pero de cara a Bruselas, la consecuencia más relevante de la venta de CX Inmobiliaria será el aumento del nivel de solvencia. Los 40 millones referidos de cajón que conseguirá la entidad incrementarán el capital de máxima calidad, pero ahora ya se computarán directamente al año que comienza. Al final del tercer trimestre de 2013, el ratio de solvencia se situó en un 11,3%, teniendo en cuenta los recursos propios totales, siendo un 10,8% su capital principal, según los datos facilitados en la última rueda de prensa de resultados. Las nuevas exigencias de capital incluidas en las normas de Basilea III, que se tienen en cuenta progresivamente a partir del 1 de enero de 2014, tendrán en cuenta la fotografía del 31 de diciembre de 2013. De aquí se entienden las prisas de CatalunyaCaixa en cerrar el acuerdo con los fondos de inversión.
De hecho, el traspaso del área inmobiliaria en el sector bancario español se ha convertido en una moda en los últimos meses. Además de CatalunyaCaixa (fue precisamente la primera en hacerlo), Bankia, CaixaBank, Santander y Banco Popular han seguido el patrón marcado por la reducción de costes. Todos los compradores han sido consultores o fondos de inversión extranjeros.

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