El ministerio de Empleo ha hecho públicos los datos de las regulaciones de empleo correspondientes al mes de junio, y las cifras muestran que los despidos van al alza y las medidas de flexibilidad de jornada, a la baja. Es justo el efecto contrario al que buscaba el Gobierno con la reforma laboral, en vigor desde febrero de 2012. Entre enero y junio, 38.909 perdieron su empleo por un ERE, frente a 38.077 en el mismo periodo del año pasado.
De hecho, las cifras de despidos serán en realidad mayores, porque el ministerio no incluye los procedimientos comunicados por las empresas a la autoridad laboral de Cataluña entre enero y abril (Empleo dice que esa información no le ha llegado). Incluso siendo incompletos, las cifras muestran un repunte en los despidos colectivos del 2,2%.
Mientras, los afectados por ERE de reducción y suspensión de jornada son menos que el año pasado: 160.660 en el primer semestre de 2013, frente a 197.084 en el primer semestre de 2012; la caída es del -18,5%. Uno de los objetivos de la reforma laboral, según el Gobierno, era conseguir que bajasen los despidos y que subiesen las medidas de flexibilidad en la jornada; en lo que va de 2013, está sucediendo lo contrario si se compara lo sucedido con los datos de 2012.
Los datos de Empleo muestran que los subsectores de ocupación más afectados por despidos colectivos han sido, entre enero y junio, las telecomunicaciones (2.590 despidos), el comercio al por mayor (2.484) las actividades de construcción especializada (2.231) y las Administraciones Públicas (2.033). La reforma laboral de 2012 abrió la puerta por primera vez a hacer despidos colectivos en el sector público.
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