Los
datos de paro registrados en los Servicios Públicos de Empleo muestran que, en
el mes de noviembre, hay 74.296 personas desempleadas más que en octubre. Esto
sitúa la cifra total de parados en 4.907.817, lo que supone un incremento anual
de 487.355, ni más ni menos que un 11%. UGT considera que estos datos, que
confirman una vez más el estrepitoso fracaso de la Reforma Laboral, son
consecuencia directa de las políticas de ajuste que está imponiendo el
Gobierno. El intento del Ejecutivo de paliar la gravedad de los datos de
desempleo de este mes con la extinción de convenios especiales obligatorios de
Seguridad Social para cuidadores no profesionales de personas en situación de
dependencia, no enmascara la gravedad de las cifras. El sindicato recuerda que
eliminar la dependencia supone más desempleo y más desigualdad e insiste en la
necesidad de cambiar el rumbo de las políticas y no recortar, sino impulsar la
contratación y el empleo, lanzando un plan de choque sobre el empleo en el que
participen todos los poderes, estatal, autonómico y local, así como todos los
interlocutores sociales.
En el mes de noviembre hay
74.296 personas más registradas en los Servicios Públicos de Empleo como
desempleadas que en el mes de octubre (un aumento del 1,5%). Eso eleva la cifra
de desempleados hasta los 4.907.817, lo que supone un incremento anual de
487.355 parados (un 11%).
Un mes más el desempleo
continúa su escalada imparable. El intento de paliar la gravedad de los datos
con la extinción de convenios especiales obligatorios de Seguridad Social para
cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia no
enmascara la gravedad de las cifras. No es un efecto estadístico, sino una
decisión política, en la línea de las políticas de ajuste y recorte del Estado
de Bienestar que nos están imponiendo.
La supresión del convenio
especial para los cuidadores no profesionales, arroja, según el Ministerio, un
aumento de 37.983 personas que en realidad ya buscaban empleo pero no figuraban
como desempleadas por la cotización a la Seguridad Social que se hacía bajo
este convenio especial. Sin embargo, ese supuesto efecto estadístico desvela
que se deja sin cotización a esas 37.983 personas que ya estaban buscando un
empleo. Luego no se puede llamar efecto estadístico al abandono de estas
personas. ¿Es que no se han enterado en el Gobierno de que estamos en crisis,
de que los que recibían esta compensación por ocuparse de las personas
dependientes, no tienen más capacidad? ¿Es que no se dan cuenta de que eliminar
la Dependencia provoca más empobrecimiento, más desempleo y más desigualdad?
El dato de los registros de
desempleo no es bueno, a pesar del intento de los dirigentes del gobierno
porque veamos mejoras donde no las hay. Desde mayo, la reducción del desempleo
es menor que la del año anterior y el aumento desde julio, sitúa las cifras
ahora muy por encima del inicio de la reforma laboral: entre febrero y
noviembre de 2012 hay 308.000 desempleados más; entre los mismos meses de 2011,
el aumento fue de 189.000 parados.
Esto se añade a la falta de
credibilidad que continuamente el Gobierno se empeña en trasladar: ni genera
confianza ni credibilidad el cuadro macroeconómico utilizado como base por el
Gobierno para plantear las cuentas públicas del año próximo (con la información
ya conocida a estas alturas del año, resulta difícil de mantener que el empleo
solo vaya a caer en un 0,2% en el conjunto del año); ni, por supuesto, puede
generar confianza alguna el incumplimiento permanente de las promesas
electorales, la última de ellas, la no revalorización de las pensiones en este
año, año en el que la subida del coste de la vida ha sido superior a la del año
pasado, entre otras cosas, por el aumento del IVA que tampoco iba a hacer el
Gobierno, en un contexto de mayor desempleo (la reforma no está generando
empleo ni frenando la destrucción del mismo), de subida de impuestos directos
(con lo cual hay menor renta disponible para las familias) y de amnistías
fiscales para quien defrauda.
Desde UGT consideramos
ineludible el cambio de objetivos de la política económica, recuperando el
crecimiento y el empleo como ejes fundamentales, basados en una mayor cohesión
e igualdad social. Porque no aceptamos que el desempleo, la rebaja salarial generalizada,
el empobrecimiento masivo, la exclusión social o la eliminación de servicios
públicos sea la única política posible frente a la crisis.
Una vez más lo que queda
patente es que las políticas de recorte de gasto, si no van acompañadas de
estímulo al crecimiento y la creación de empleo, no cumplen siquiera con los
objetivos de reducción del déficit para las que supuestamente se implementan.
Es imposible cambiar nuestro
modelo productivo si el capital humano nos abandona. La creciente desigualdad,
la falta de liderazgo, la falta de credibilidad, la falta de estímulos a la
economía y el empleo están socavando las bases del futuro crecimiento. Es
imposible crear empleo y facilitar la cohesión social desde la desigualdad. Es
imposible creer después de tantas mentiras.
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