domingo, 14 de octubre de 2012

El Santander abandona la compra de 318 sucursales del Royal Bank of Scotland

El Banco Santander ha roto definitivamente las negociaciones para la adquisición de 318 sucursales del Royal Bank of Scoland (RBS), el banco británico intervenido por el Estado en el 2008. Ana Patricia Botín, consejera delegada de Santander en el Reino unido ha renunciado a la compra, dos años después de cerrar el acuerdo.
El grupo español echa la culpa de esa decisión a los retrasos. El pacto se había alcanzado en agosto del 2010 y para el banco escocés suponía unos ingresos de unos 2.000 millones de euros, al cambio actual. El acuerdo debía completarse a principios de este año, pero se fue retrasando. Se había fijado un nuevo plazo hasta el próximo mes de febrero, pero según el Santander era imposible cumplir con esa fecha y no deseaban una nueva prolongación.

La situación se complica ahora para el RBS, que debe vender las sucursales antes que termine el año 2013. Esa fue una de las condiciones que puso la Unión Europea para autorizar la nacionalización del banco y la inyección de 45.000 millones de libras que recibió el Estado británico. Encontrar un comprador va a ser muy difícil, por lo que el RBS se arriesga a sufrir una fuerte multa.
ncierta es también la situación en que quedan los 250.000 clientes de pequeñas y medianas empresas, los 1,8 millones de clientes minoristas y los 5.000 empleados que trabajan en las sucursales del RBS. Todos ellos estaban pendientes de ser transferidos al banco español en los próximos meses.
Con la situación creada, la entidad escocesa se arriesga a sufrir una fuerte multa por parte de la UE si no encuentra pronto comprador.

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