martes, 21 de junio de 2011

Estamos en las manos de gente muy peligrosa

Este Banco: con su presidente imputado por presunto delito contra la Hacienda Publica y falsedad documental, con su consejero delegado condenado y que ha pedido el indulto para evitar la inhabilitación, con despidos improcedentes, con usurpación del 1% de las nóminas de sus empleados, con eliminación de un día de limpieza, con formas chulescas de algunos de sus directivos, con cantidad de horas extraordinarias que no se pagan y que no se declaran ni a Hacienda ni a la Seguridad Social. Con todo lo aquí expuesto, no se puede decir que Banco Santander sea un ejemplo positivo para nadie, más bien todo lo contrario. Resulta curioso que por nada se despida a empleados y que la propia empresa reconozca su improcedencia, mientras que por otro lado, el lado ancho del embudo, a personas ya condenadas se les mantenga en su cargo con su super sueldo y encima, en la última Junta de Accionistas se les alabe. Como diría un castizo "manda cojones".
Como ejemplo de la ley del embudo que Banco Santander emplea, a continuación y de forma literal transcribimos la carta que un empleado recientemente despedido, de forma injusta, ha remitido para su público conocimiento. Tras su lectura podréis descubrir el porque decimos que estamos en manos de gente muy peligrosa. La carta es un poco extensa, pero de verdad, creemos que vale la pena detenerse unos minutos en su lectura:

Por medio de la presente, quisiera agradecer el apoyo recibido con vuestras llamadas de ánimo, SMS, e-mail o visitas personales que durante estas semanas me habéis hecho. Especialmente quisiera mostrar mi gratitud a los compañeros que estuvieron a mi lado el 24 del pasado mes en la concentración-protesta, organizada por UGT, delante de la OP de Lugo. Ahora soy más consciente que nunca de la importancia de estar afiliado a un buen sindicato, no solo por el asesoramiento y apoyo sino por las tarifas de los abogados; si tienes más de dos años de antigüedad no pagas nada, si tienes menos, una parte proporcional.

Me he quedado muy sorprendido, ya que no me esperaba que fuerais tantos los que me habéis apoyado. Es muy difícil salir de una depresión sabiendo que te has quedado sin trabajo, con tres hijos, cuarenta y cuatro años y en un país con cinco millones de parados, pero vuestro apoyo reconforta y da esperanza.

Ante las múltiples preguntas y dudas por vuestra parte, quisiera aclarar como ha sido todo este proceso:

El día cuatro de mayo recibí en mi domicilio un burofax enviado por Recursos Humanos-Relaciones Laborales en el que se me indicaba que me despedían; el motivo pasear, conducir, llevar a mi hijo pequeño a la guardería, estando de baja por depresión, depresión de la que tanto el departamento de RR.HH (innumerables llamadas en todo el período de baja), como la Mutua tenían conocimiento. Resulta sorprendente que los argumentos para el despido sean las indicaciones realizadas en gran medida por mi médico como las acciones más favorables para mi recuperación.

La siguiente notificación la recibo el 19 de mayo, en la que se me indica que reconocen la improcedencia del despido y que depositan la liquidación correspondiente en el Juzgado de Lugo (con un pequeño error, unos 12.000€ menos). En la misma, se me indica que la liquidación del mes en curso arroja un neto negativo de 6.075€, ya que cancelan un anticipo de nueve pagas que tenía y muy amablemente me dicen que tenga ingresado esa cantidad el día 25 "al objeto de no tener que reclamarle por otras vías el posible saldo deudor que reflejase la cuenta tras el cargo de la liquidación".

El día 23 recibo otro burofax también enviado por el "siniestro departamento" de Relaciones Laborales en el que en esta ocasión se me indica, que no son 6.075€ sino 7.075€ el saldo negativo a ingresar, y me recuerdan de nuevo que tenga ingresado el dinero "al objeto de no tener que reclamarle por otras vías...". La verdad es que cuando las recibí me sentí como un empresario al que se le pide el impuesto revolucionario o un "ilegal" extorsionado por la mafia rusa.

No he recibido ni una sola llamada por parte de ningún representante de RR.HH, nada de nada. Yo creo que después de 21 años de servicio, haber trabajado en tres provincias distintas, 42 oficinas, cientos de miles de km: residiendo en Ponteareas me "acercaron" a Ribadavia (110 Km diarios), me enviaron durante un año en "comisión de servicio" a Allariz (220 Km diarios) y de nuevo en "comisión de servicio" seis meses a Celanova (200 Km diarios), otro traslado a Carballiño (150 Km diarios) y durante dos años pidiendo el traslado, cada mes para Lugo (360 Km diarios), renunciar en gran medida a mi familia durante un año por que se me pidió, ganar dos concursos de calidad, evitar un atraco, una mayor dedicación e implicación al banco, que por supuesto siempre es en detrimento de tu propia familia... . Después de todo eso y mucho más que no detallo por no alargarme, te encuentras con un desenlace que creo no merezco. Pienso que los empleados merecemos otro trato por parte de esta empresa que es el primer banco del país y uno de los primeros del mundo.

No obstante hay algo que nunca me podrán quitar, el orgullo de haber trabajado en un gran Banco, el orgullo del trabajo realizado con mis compañeros y ser partícipe en el crecimiento de esta gran empresa, donde mi padre trabajó 40 años y donde (por el momento) yo llevo 21.

Que nadie dude que si este Banco es grande, es gracias al esfuerzo de los que día tras día estáis cara a cara con los clientes. Estos "personajillos" que envían burofax, que amenazan con tomar medidas y nos bombardean con llamadas pidiendo datos, multiconferencias, reuniones a horas intempestivas para "despachar" no son nada sin nuestro esfuerzo.

Ahora más que nunca deberíais estas UNIDOS para que no os pase lo mismo que a mi. Ahora es el momento de demostrar que este no es el trato que queremos. "QUEREMOS QUE SEA NUESTRO BANCO", con esfuerzo, con el trabajo y la dedicación que merece, pero no lo que tenemos ahora; decid NO a ver sólo a vuestros hijos los fines de semana, decid NO a las amenazas, decid NO a las reuniones-castigo, decid NO a objetivos imposibles, decid NO a vivir con miedo.

Muchos me habéis pedido que saque a la luz la situación que tenemos, que estáis hartos de represiones, de tener que tomar pastillas para dormir, vivir amargados, de una presión que ya no se soporta.

Aquí lo tenéis, tal y como pedisteis, ahora os toca vosotros. Yo voy aseguir con mi lucha, con todas las consecuencias, para conseguir que me devuelvan lo que ilegalmente se me arrebató.

De nuevo, de corazón muchas gracias.

Manuel Besada

1 comentario:

  1. No hay derecho a que estos personajillos sigan en sus puestos y que a compañeros que no han hecho nada se les despida por "baja productividad".
    Como dice la plataforma del 15-M: no hay suficiente pan para tanto chorizo.

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