jueves, 7 de abril de 2011

El Gobernador del Banco de España: nosotros le pagamos el sueldo y él trabaja al servicio de los grandes empresarios

Con la que está cayendo en el sistema financiero español, con varias cajas a punto de la nacionalización y la CAM salvándose por los pelos de la intervención, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha vuelto por sus fueros e hizo nuevas exigencias de cómo debe reformar el Gobierno el mercado laboral. Él tiene en sus manos la mayor reestructuración de la historia de las cajas, que hasta ahora está resultando muy controvertida y discutida por casi todos los protagonistas, pero se empeña en solucionar el conjunto de la economía cada vez que interviene en público.

Siempre ha defendido una dura reforma laboral y también cambios en la negociación colectiva, pero ahora ha ido más allá y pide que los empresarios puedan hacer ofertas a los parados que estén al margen de los convenios, tanto de la propia compañía como los sectoriales. Según él, con esa y otras medidas se podrá situar al mercado laboral español al nivel de otros que funcionan bien en Europa, como Alemania o Austria.

El gobernador participó el martes en un encuentro del sector financiero en Madrid, en el que alabó las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno, pero en el que también advirtió de la necesidad de seguir profundizando en ellas. Sobre todo en la del mercado de trabajo.

¡Vaya cara que tiene el amigo!. Podría empezar dando ejemplo y ponerse el sueldo medio de un trabajador en España, unos 21.500 Euros a ver si hablaba con tanta ligereza del salario de los demás. Es muy bonito pedir sacrificios cuando se tiene una serie de importantes prebendas:

Ordóñez ostenta el cargo público mejor pagado de España. Gana 165.000 euros brutos al año, es decir, más del doble que el presidente del Gobierno, 7,5 veces el sueldo de un asalariado medio y más de veinte veces la retribución de un trabajador con el salario mínimo interprofesional (633,3 euros mensuales).

La nómina de Ordóñez, como la del subgobernador y el resto de consejeros del Banco de España, la decide el Ministerio de Economía y Hacienda a propuesta del propio Consejo del Banco, que no ha desvelado si en el cálculo se tiene en cuenta la productividad del cargo. Cuando deje su puesto, el gobernador no podrá trabajar durante dos años en el sector financiero, pero si no encuentra otro empleo tendrá un subsidio de 132.020 euros al año. La prestación contributiva media de un parado español (solo la cobran el 38% de los desempleados) no supera los 10.300 euros anuales.

Lo que no parece comprensible es que el Gobierno no enderece a este hombre que no para de hacer política, muy lejos de las responsabilidades que dicta la ley, y utilizar el puesto que le pagamos todas y todos los contribuyentes para beneficio de los empresarios.

Si sus competencias son los billetes y qué pasa con ellos, mucho más coherente sería que se dedicara a encontrar y sacar a la luz los 54.000 millones de euros den billetes de quinientos euros que andan, en cajas B, escondidos a los ojos del fisco.

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