La banca española cobra unos intereses más altos en el crédito y paga unos rendimientos más bajos en los depósitos que la medida europea.
Las ofertas de los depósitos bancarios en España, que hace no excesivo tiempo estaban protagonizadas por jugosas rentabilidades, se han convertido poco a poco en un erial tras las últimas medidas aprobadas por el Banco Central Europeo (BCE) y
los límites impuestos el año pasado por el Banco de España. De hecho, las
entidades españolas llegan a pagar hasta un 34% menos a los clientes por
contratar un depósito que sus principales competidores europeos.
Hace apenas
dos años, la denominada ‘guerra del pasivo’ inundaba de atractivas
rentabilidades la oferta de depósitos bancarios en España. Ya entonces la
situación se antojaba insostenible hasta el punto de que el Banco de España a
principios de 2013 se vio obligado a introducir una ‘recomendación’ que
establecía unos límites máximos en los rendimientos máximos que podían pagar
los plazos fijos. Así, en los depósitos a 12 meses, el tope se establecía en el
1,75% TAE, a 24 meses pasaba a ser del 2,25% TAE, y, por encima de ese plazo,
la rentabilidad máxima sería del 2,75%.
Aunque se trataba sólo de unas directrices
y no de una norma escrita, la mayor parte de las entidades la acataron y
comenzaron a reducir las rentabilidades de sus productos, un fenómeno que
también se explicó por las continuas bajadas de tipos del BCE, que a día de hoy
ha establecido el tipo de referencia en el 0,15% -su mínimo histórico- y la
facilidad de depósito en el -0,10%.
Este escenario ha convertido en una
auténtica quimera que las rentabilidades de los depósitos ni tan siquiera se
acerquen a los límites impuestos por el Banco de España. Según las últimas
cifras publicadas por el propio supervisor -a mayo-, el tipo de interés medio
ofrecido por los bancos españoles en los depósitos a un plazo de un año es del
0,94%, frente al 1,42% que pagan de media las entidades de la zona del euro. En
otras palabras, ofrecen un rendimiento inferior en casi un 34% al que se paga
en Europa.
Los tipos del pasivo más bajos en España no tienen su correspondencia en los que aplican las entidades en sus operaciones de crédito. Si un cliente contrata un préstamo al consumo a un plazo de entre cinco y diez años, pagará de media unos intereses del 10,19%, un 70 más que el 5,96% que se cobra en la eurozona. Los únicos créditos que son más baratos en España que en la eurozona son los hipotecarios. De media, la TAE cobrada a todos los plazos en nuestro país es del 3,18%, frente al 3,23% de la media de bancos de la zona del euro.
Los tipos del pasivo más bajos en España no tienen su correspondencia en los que aplican las entidades en sus operaciones de crédito. Si un cliente contrata un préstamo al consumo a un plazo de entre cinco y diez años, pagará de media unos intereses del 10,19%, un 70 más que el 5,96% que se cobra en la eurozona. Los únicos créditos que son más baratos en España que en la eurozona son los hipotecarios. De media, la TAE cobrada a todos los plazos en nuestro país es del 3,18%, frente al 3,23% de la media de bancos de la zona del euro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario