El Instituto Nacional de la Seguridad Social
(INSS) ha hecho públicos los datos de bajas laborales por contingencias comunes
a cierre de octubre de 2016. No es el cierre del año, pero sí del primer año
desde que se pusiera en vigor el nuevo sistema de partes de baja por
incapacidad temporal, que modificó el tradicional sistema de partes semanales
por un nuevo modelo que trata de adecuar las visitas a la duración estimada de
la baja y, con ello, reducir la burocracia.
La burocracia no ha conseguido reducirse con el
nuevo sistema, ya que se han eliminado los partes semanales pero se ha obligado
a elaborar informes complementarios cada cierto número de partes, lo que
resulta incluso más burocrático.
Además, el nuevo sistema ha eliminado la posibilidad
de delegar la entrega de partes de confirmación en el personal administrativo,
forzando siempre a la visita con el facultativo y ha incrementado el tiempo que
debe dedicar cada médico a completar la información sobre la actividad
profesional del paciente.
Los datos que acaba de publicar el INSS
confirman que, además, el nuevo sistema de partes no ha conseguido tampoco
reducir ni la duración media de las bajas laborales ni la incidencia por cada
mil trabajadores ni el número medio de partes mensuales. El incremento
producido en la duración media de las bajas y la incidencia de la incapacidad
temporal por cada mil trabajadores desde la puesta en marcha del nuevo sistema
de partes respecto al año anterior no ha sido elevada, pero sí confirma que el
nuevo modelo no ha podido reducir las bajas ni su duración. Al menos durante su
primer año de vida, pese a la previsión que existía en el INSS en esta línea,
fruto de la idea de que el nuevo sistema introducía un mayor control al obligar
a contrastar la actividad profesional del paciente (y con ello si efectivamente
la patología impedía su desarrollo) y un mejor ajuste de la duración media de
las patologías. Se esperaba, además, que el hecho de que las mutuas pudieran
controlar desde el primer día de baja el proceso, acortaría los plazos de baja
y el propio número de bajas.
Los datos reflejan, sin embargo, que la duración
media de las bajas ha crecido ligeramente, desde los 37,8 días de media de 2015
a los 38,6 por ciento de 2016. El crecimiento de la duración media de los
procesos de baja es habitual en años en los que se produce una caída del número
de bajas; es decir, en años en los que se producen menos procesos de
incapacidad temporal cortos (porque haya menos incidencia de la gripe, por
ejemplo) y en los que, por tanto, sólo quedan en la estadística los procesos
más complejos y largos, que hacen aumentar la duración media de las bajas.
Sin embargo, el incremento de la duración media
de las bajas se ha producido en este último año pese a que ha crecido el número
de bajas. Es decir, con el nuevo sistema de partes ha crecido tanto la
incidencia como la duración media.
Fuente: Diario Médico
Fuente: Diario Médico
No hay comentarios:
Publicar un comentario